El prolongado secuestro del aerobús de Kuwait agrava la tensión entre este país e Irán

El secuestro del aerobús de las líneas aéreas kuwaitíes desviado a Teherán, que concluyó el domingo con la detención de los cuatro piratas del aire y un saldo final de dos pasajeros asesinados, ambos estadounidenses, ha agravado la tensión entre Kuwait e Irán. El presidente de EE UU, Ronald Reagan, alabó ayer la decisión kuwatí de rechazar las demandas de los secuestradores y agrade ció a las autoridades de Teherán la intervención del Ejército, que logró la liberación de los siete últimos rehenes -dos de ellos norteamericanos- que quedaban a bordo de la nave, pero condicionó su agradecimiento al definitivo esclarecimiento de todos los aspectos del caso.

Un portavoz del Departamento de Estado norteamericano indicó, por otra parte, que las dos víctimas del secuestro -y no cuatro como se había dicho en un primer momento- son Charles Hegna, de 50 años y William Stanford, de 52 años, ambos de nacionalidad norteamericana y funcionarios de la Agencia Americana para el Desarrollo Internacional (AID).

Malos tratos

Según declararon los rehenes liberados, los secuestradores maltrataron y torturaron a menudo a los pasajeros de nacionalidad norteamericana y kuwaití, e incluso untaron a los rehenes con jugo de tomate, para hacer creer que habían sido ejecutados.John Costa, un hombre de negocios estadounidense, declaró que los secuestradores le quemaron la cara y el cuerpo con colillas de cigarrillos durante dos interrogatorios, en los que los terroristas prentendieron hacerle confesar que era miembro de la CIA (Agencia Central de Inteligencia norteamericana).

Por lo que se refiere a las relaciones entre Irán y Kuwait, el prolongado secuestro del aerobús no contribuirá a mejorar el ya deteriorado clima que prevalece entre el régimen islámico del imam Jomeini y el emirato petrolero, que es uno de los principales aliados de Irak, informa Ignacio Cembrero.

Aunque, en la madrugada de ayer, también el Gobierno kuwaití publicó un comunicado agradeciendo al iraní su actuación al poner término al secuestro, los seis días de infructuosas negociaciones con los autores del desvío han estado salpicados de enfrentamientos entre autorIdades de ambos países, puestos de manifiesto por las incendiarias declaraciones efectuadas ayer por el presidente iraní. Ali Jamenei denunció ante la Prensa "la debilidad y la falta de cooperación de las autoridades kuwaitíes", incapaces, dijo, "de tomar decisiones".

Acusaciones a Irán

Menos cauta que su Gobierno, la Prensa kuwaití, que goza de una relativa libertad, sostenía unánimemente que "la cooperación solicitada por Irán en este asunto equivalía, de hecho, a una rendición sin condiciones ante el chantaje". El diario Al Rai al Am no dudaba en afirmar que "ni siquiera un niño puede tener dudas sobre la complicidad de Irán con los secuestradores".El telón de fondo de la tirantez irano-kuwaití es la guerra del golfo Pérsico, que desde hace 50 meses enfrenta a Irak e Irán. Este país reprocha a Kuwait su respaldo a su enemigo, mientras el emirato acusa al régimen islámico de alentar los brotes de terrorismo en su territorio.