Un millón de viticultores europeos habrá de reducir su producción

Tras el acuerdo al que llegaron ayer en la cumbre europea los jefes de Estado y de Gobierno de los diez, aproximadamente un millón de viticultores tendrán necesariamente que limitar su producción de vino de mesa, con objeto de poder eliminar el actual volumen de excedentes y hacer un hueco a los productores españoles cuando se produzca su ingreso en la Comunidad Económica Europea.Lo necesario y lo inminente

Esta reforma del mercado del vino europeo era necesaria no sólo por la inminente ampliación comunitaria, sino por el coste que representa estar subvencionando una producción prácticamente ilimitada.

Éste ha sido, tradicionalmente, mal endémico que ha afectado desde su nacimiento a la política agrícola común.

El ingreso español supondrá, aproximadamente, aumentar un tercio la actual producción comunitaria, lo que, a priori, era otra razón más que motivaba la necesidad de una reforma en profundidad de la actual política de los diez sobre el tema vinícola.

Según el compromiso propuesto por el primer ministro irlandés y presidente en - ejercicio de la Comunidad Económica Europea, Garret Fitzgerald, los países comunitarios deberán reforzar sus medidas de arranque de viñedos y limitación de los derechos de replantación, con el objetivo de reducir la superficie de viñedo europeo. La Comunidad Económica Europea pondrá en funcionamiento un dispositivo de destilación obligatoria a bajo precio de los excedentes, para desincentivar la producción, lo que repres enta un cambio fundamental respecto a la política que se mantenía hasata ahora. Sin embargo, los vinos de denominación de origen no se verán afectados por dichas medidas.

Destilación obligatoria

Asimismo, cuando la producción de vinos de mesa sobrepase un cierto nivel, los viticultores deberán destilar obligatoriamente los excedentes y no recibirán por ello más que un precio médico. Para llevar a cabo esta destilación, el compromiso aceptado en la cumbre de Dublín prevé que ésta se llevará a cabo siguiendo tres criterios: por una parte, cuando las existencias superen el consumo interno y externo normal de cuatro meses; cuando el precio del vino en el mercado caiga por debajo del 82% del precio de orientación -es decir, del precio fijado por los diez-; o bien, cuando la producción exceda el 9% del consumo. Francia había deseado fijar el umbral en el 6%, aunque se han respetado los argumentos italianos.

El volumen de vino que se destilará será repartido esencialmente entre tres regiones vinícolas de la CEE, aunque la destilación quedará bajo responabilidad de los Estados miembros.