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Reportaje:Progresiva expansión de las otras medicinas

Medicinas alternativas: curar sin agredir

La clave de la curación reside en la tendencia del organismo a volver a su estado normal

Los médicos naturistas se niegan a oponer su especialidad a la medicina tradicional, alegando que la suya es la más tradicional de las medicinas, puesto que deriva de Hipócrates, que creó la primera medicina con intención científica que hubo en el mundo occidental. La escuela hipocrática basaba la clave de la curación en el descubrimiento de la tendencia del organismo a volver a su estado normal de forma espontánea. Una filosofía médica obtenida mediante la experiencia clínica de que la mayoría de las enfermedades se curan solas y, a veces, incluso, a pesar del tratamiento. La medicina naturista pretende ayudar a esta tendencia natural a la curación.Para lograr este fin, el médico naturista utiliza todos los métodos a su alcance, comenzando por los menos agresivos. Inicialmente se potencia el desarrollo de una vida sana, física y psíquicamente, como medida preventiva o incluso terapéutica, utilizando con este fin los elementos que están presentes en las actividades más comunes de la vida diaria: alimentación (dietética), agua (hidroterapia), temperatura (climoterapia) o el mismo reposo.

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En el plano siguiente estaría todo aquello que, sin ser tóxico, estimula las defensas del organismo. Aquí podrían incluirse la terapia neural y reflexoterapias, como la masopuntura, por ejemplo, o la auriculomedicina, y también el diagnóstico de las enfermedades por el iris, que se basa en la consideración de esta parte del ojo como una zona reflexológica de cuerpo en la que están representados los órganos con la imagen del feto y donde se pueden buscar las huellas de las enfermedades y detectar desequilibrios, lesiones orgánicas, problemas carenciales o la evolución de las enfermedades.

La fitoterapia, el empleo de las plantas como medida terapéutica, responde menos a la filosofía naturista, porque introduce en el organismo elementos extraños y, la mayor parte de las veces, tóxicos (no hay que olvidar que la farmacopea tradicional procede de las plantas).

El último grupo de métodos naturistas estaría constituido por aquellas sustancias de las que carece el organismo en un momento determinado y que se le pueden aportar, como vitaminas y hormonas.

Sin embargo, la mayor parte de las técnicas que configuran las medicinas alternativas son aceptadas por los naturistas. Algunas, pese a haberse desarrollado totalmente al margen, responden totalmente a los principios que inspiran la filosofía hipocrática. Es el caso de la homeopatía y, en mayor medida, de la acupuntura, que estimula el reequilibrio orgánico sin aportar elementos extraños.

Crear escuela

"La acupuntura es un método muy útil, tanto por el amplio espectro de enfermedades que trata como por la eficacia que se consigue y la carencia de daño para el paciente, siempre que se conozca a fondo y se practique con profesionalidad", asegura el doctor Ignacio García Sáenz, el único español que ha obtenido el título de médico acupuntor en la universidad de Pekín. Superó el examen de ingreso tras 10 meses de estudio del idioma y, al terminar los dos años de especialización, continuó seis meses más trabajando en el país donde se originó esta técnica curativa milenaria.

En su opinión, la acupuntura no es esa panacea que se ha hecho creer a la opinión pública, que lo cura todo, aunque es cierto que sirve para tratar muchas enfermedades de especialidades diferentes". Por eso, cree que deberían enseñarse en la Universidad, al menos, cuáles son estas enfermedades, para que el médico supiera cuándo hay que enviar al paciente al acupuntor.

Los trastornos para los que está indicada la acupuntura son los de tipo funcional sobre todo. Los nerviosos: neuropatías, neuralgias, neuritis, problemas del sistema nervioso central o periférico. Y también de tipo endocrino o digestivo.

En opinión del doctor García Sáenz, la acupuntura deberían realizarla siempre médicos, porque, "para tener acceso al cuerpo del paciente hace falta conocerlo". Se puede estar tratando un dolor con acupuntura y no saber detectar a tiempo los síntomas de un cáncer que esté evolucionando por dentro, si no es un médico quien la realiza. Incluso podrían practicarlo los ATS", concede, "siempre bajo la supervisión de un médico, pero para eso habría que regular su práctica".

Cree que la acupuntura que se realiza en España es bastante deficiente, porque generalmente los conocimientos se adquieren en cursillos realizados los fines de semana durante unos meses o, en el mejor de los casos, cursos trimestrales realizados en Pekín. "Aquí se practica una acupuntura de segunda mano que, generalmente, procede de la escuela francesa. Lo que haría falta es que creáramos nuestra propia escuela, que los médicos españoles se animaran a ir a estudiar a las fuentes, como hice yo, con una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores. Ésta es la única forma de lograr que la acupuntura se introduzca en la Universidad española".

Compara la acupuntura con la medicina interna, en cuanto que se trata de una especialidad que engloba gran número de patologías, y, para ilustrar con un ejemplo la necesidad de unos conocimientos más profundos de esta técnica, concluye que "a nadie se le ocurriría que cualquier otra especialidad médica se pudiera realizar durante los fines de semana".

Comprobación científica

Elevar el nivel es la solución que Propone el doctor García Sáenz para lograr un reconocimiento oficial, y establecer una regulación que fije los baremos del conocimiento de estas técnicas. Y es que las medicinas alternativas están legalmente olvidadas, y esta situación es el caldo de cultivo ideal para que se desarrollen seudociencias más cercanas al curanderismo que al rigor médico, dado que nadie las controla.

En estas condiciones, en España cualquiera puede practicar las medicinas alternativas, aunque la Asociación Española de Médicos Naturistas acusa de intrusismo a quienes realizan estas prácticas sin ser médicos, aduciendo que está vigente la ley promulgada en 1923 por Alfonso XIII, según la cual, el naturismo es una especialidad médica y, como tal, sólo puede ser ejercida por médicos. Y, por este motivo, han denunciado ante la Comisión Deontológica del Consejo General de Colegios Médicos al I Congreso Mundial de Medicinas Alternativas Naturales.

Sin embargo, la regulación de las medicinas alternativas y su virtual inclusión como especialidades médicas es un problema sin resolver, que afecta a la mayoría de los países occidentales, aunque en Francia y Alemania del Oeste algunas prácticas se incluyen en la Seguridad Social o se estudian en la Universidad, y que, como reconoce José Herranz, presidente de la Comisión Deontológica del Consejo, tardará en resolverse bastantes años. En su opinión, "éstas técnicas están en una fase precientífica y, puesto que la gente las reclama, en Iran parte por el descontento que a veces origina la medicina oficial, que evidentemente no tiene remedio para todos los males, debería establecerse algún procedimiento legal que limitase el uso de los remedios no comprobados, al mismo tiempo que se potencia el estudio y evaluación de su eficacia práctica de acuerdo con métodos científicos, como ocurre con los medicamentos".

Los responsables del Ministerio de Sanidad reconocen asimismo que "la legislación actual es insuficiente para proteger a los ciudadanos frente a acciones lesivas u omisiones (retraso en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades), en la práctica de las medicinas alternativas, que pueden originarse al no existir una regulación adecuada".

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