Los homenajes a Gil-Albert en Madrid subrayan su condición de 'escritor total'

El escritor Juan Gil-Albert ha regresado al paisaje levantino, que difícilmente abandona, tras participar en los homenajes organizados por la Diputación de Valencia que se le han venido ofreciendo en Madrid desde el día 15 de noviembre, cuando se inauguró una exposición sobre él y su mundo en el Círculo de Bellas Artes, y que concluirán con un concierto el 3 de diciembre en esta ciudad, a cargo de la Gran Banda Sinfónica de Músicos Valencianos en Madrid. Entre estas fechas se desarrollaron cinco mesas redondas, en las que se discutió sobre su obra de escritor total y el contexto en el que se desenvolvió.

Juan Gil-Albert: clásico, moderno, escritor total, heterodoxo, han sido algunos de los calificativos que han servido de base a la discusión sobre su obra los pasados días, durante las mesas redondas que se desarrollaron en el Instituto de Cooperación Iberoamericana. Posteriormente los debates sobre la generación del 27 y la Prensa y difusión literaria en este siglo, situando a Gil-Albert en el contexto de su tiempo, se realizaron en el Círculo de Bellas Artes y culminaron el pasado viernes.La amplitud de una obra como la de Gil-Albert, quien ha cultivado todos los géneros literarios salvo el teatro, lo califica en cierto modo como escritor total. "Ha escrito en todos los géneros y ha permanecido fuera de ellos", comentaba el poeta Luis Antonio de Villena en la mesa redonda titulada Juan Gil-Albert, escritor total.

Guillermo Carnero habló del uso de la palabra en su función estética en Gil-Albert y su limitación a las manifestaciones de intímismo, sobre todo en sus primeros años de escritor. Durante los debates hacia 1935 sobre el compromiso político del escritor Gil-Albert defiende la independencia creadora del artista. Sin embargo, esto no lo abstrae de la dura realidad española de esos días, de la que escribe interiorizándola y elaborando un producto sumamente personal, llegando a manifestar en medio de aquellas beligerantes discusiones que "un escritor comprometido tiene derecho a no hacer literatura política si no la siente desde una perspectiva becqueriana".

La 'generación del 27'

Juan Gil Albert sufrió el exilio en el extranjero y luego regresó silenciosamente a España en 1947, donde continuó con su exilio interior. José María Castellet mencionó en la mesa redonda La divulgación de la generación del 27 en la posguerra española, lo difícil que ha sido llegar a conocer la obra completa de los escritores de esta generación debido a los problemas de la censura y el exilio. Otro problema al que aludió es el de la recepción en el lector de una obra marcada por unas circunstancias sociales e históricas como las de la guerra civil, que ha dejado una huella imborrable en la cultura española."Los lectores españoles recibieron una visión fragmentaria, mutilada, de su literatura. Se hace difícil recomponer el mosaico de la literatura de esos años. La acogida de la obra de la generación del 27 fue catastrófica".