Amplia repercusión del nuevo cine español en Japón

ENVIADO ESPECIALEl festival de cine español en Tokio está obteniendo una amplia repercusión, como lo prueban datos dispersos, desde los prosaicos de las cifras -la recaudación total supera los 10 millones de yens (6,900 millones de pesetas); al llegar al cuarto día de proyecciones, la muestra española ya había superado el número de espectadores que acudió a ver cine alemán en 15 días de plazo, etcétera- hasta otros de carácter protocolario, como la asistencia a la inauguración de una hija del emperador Hiro Hito.

También la emotiva reacción de algunos espectadores, como la anciana que, llorosa, felicitó efusivamente a Pilar Miró por El crimen de Cuenca, una película que narra un error judicial favorecido por la tortura, hecho que en Japón también se repitió en varias ocasiones.

Sin embargo, no hay que sorprenderse de que los japoneses escogidos para participar en el simposio sobre el cine español tiendan a simplificar para que todo cuadre en una idea perfecta de España. De ahí que no se entiendan bien películas como La muerte de Mikel y que el diálogo parta de la búsqueda obsesiva del mensaje, ajeno al aforismo proustiano por el que "una obra en la que hay tesis es como un objeto al que se ha dejado la etiqueta del precio".

El simposio se organizó a través del Asahi Shimbun, el periódico más influyente de Japón. Entre sus más de 12 millones de lectores había que escoger a 30 para que discutieran con los cineastas españoles. El resultado de la experiencia ha sido discreto, muy perturbado por problemas de la traducción simultánea, pero ha permitido también que el cine español tenga mejores razones para no dudar de su carácter internacional. Los asistentes al simposio repararon enseguida en el peso del matriarcado en nuestros filmes o, mejor dicho, en sus historias, en cómo la variedad de paisajes también está en consonancia con dramas de tipo distinto, en el carácter individualista de los protagonistas, en la presencia de la muerte en muchos de los filmes, en la persistencia de los efectos de la guerra civil

Para el coordinador de las actividades oficiales de la delegación española durante su estancia en Japón, los filmes destinados a lograr un gran éxito aquí -al margen de Saura- son El Sur, de Erice, porque la serenidad y clasicismo de su estilo narrativo hace la película próxima a la sensibilidad oriental; Volver a empezar, por el tono de película norteamericana que le ha insuflado José Luis Garci; El nido, de Jaime de Armiñán, porque su sentimentalidad la hacen acorde con el modo de pensar de los japoneses.

El cumplimiento de las predicciones depende de factores como el esfuerzo de las distribuidoras. Por ejemplo, Valentina está vendida a Japón desde hace más de dos años, y por más de 100.000 dólares (cerca de 17 millones de pesetas), pero aún no se ha estrenado.