El comité de la térmica de Anllares, inquieto por el libro de la central

El comité de empresa de la central térmica de Anllares del Sil (León), propiedad de Unión Eléctrica-Fenosa, ha acusado a la dirección de la sociedad de "desviar la atención de los verdaderos problemas existentes en el seno de la empresa", y considera que el secreto con el que están siendo llevadas las conversaciones encaminadas a la posible compra de la central por la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa) perjudica a los trabajadores -un total de 189- por la diferencia sustancial entre los convenios laborales de ambas empresas, cuestionándose éstos la continuidad de la totalidad de los puestos de trabajo.

Por otra parte, los trabajadores manifiestan su descontento por la tardanza de la empresa en resolver reivindicaciones solicitadas el pasado mes de mayo, sin que hasta el momento Unión Eléctrica Fenosa se haya pronunciado al respecto. Éstas se basan principalmente en la supresión del turno de mantenimiento, vigente sólo en esta central térmica de la zona noroeste, y un aumento de las cabinas de trabajo para el personal de producción.

El comité de empresa, compuesto por CC OO, USO y UGT, califica esta postura como "discriminatoria frente al resto de los obreros de otros puntos del país", ya que las centrales térmicas de Meirama y Sabón, ambas patrimonio de Unión Eléctrica Fenosa, mantienen un retén de personas con dedicación exclusiva, suprimiendo por tanto el turno periódico en conflicto. Los trabajadores mantendrán en los próximos días una asamblea en la que se dará una fecha tope a la empresa para que "informe debidamente a sus empleados" sobre las solicitudes expuestas por éstos en los pasados meses y el estado de las conversaciones que se mantienen con Endesa.

Castañas para Francia

Por otra parte, la central hortofrutícola francesa Conserverías Reunidas de Bergerac ha concertado con la sociedad cooperativa leonesa Cefrubierzo la importación de aproximadamente un millón de kilos de castañas bercianas. Aunque los precios de compra por parte de la sociedad gala aún no están fijados, fuentes de la cooperativa española aseguran que pueden oscilar entre las 68 y 70 pesetas. Por su parte, el productor berciano recibirá un máximo de 55 pesetas por kilo, precio ligeramente superior al del pasado año, que no superó las 45 pesetas por kilo. Los contactos entre las dos cooperativas, iniciados en 1983, a través de la Diputación leonesa, darán como resultado la citada exportación, que prevé en años posteriores una ampliación de estas ventas al mercado francés hasta cinco millones de kilos.La producción anual de castañas en la comarca del Bierzo supera este año los 18 millones de kilos, de los que sólo se comercializan un máximo de seis millones, debido al bajo precio de compra de los frutos por parte del intermediario.