Las autoridades soviéticas entregan a Svetlana Stalin un piso en Moscú y una 'dacha'
Las autoridades soviéticas han entregado un piso en Moscú y una dacha (casa de campo) en las afueras de la capital a la hija del dictador Josif Stalin, Svetiana Aliuieva, según manifestaron fuentes bien informadas. La hija de Stalin, de 58 años, regresó recientemente a la URSS, tras más de 17 años de exilio en Occidente, en compañía de la menor de sus tres hijos, Olga, de 13 años, nacida en EE UU. A ambas se les ha restituido la ciudadanía soviética.
Un breve comunicado oficial informó la semana pasada que el Soviet Supremo (Parlamento) había restituido la ciudadanía soviética a Svetlana Aliuieva y se la había concedido a su hija Olga. Desde entonces el rastro de las dos mujeres se ha perdido en esta metrópoli de 8,5 millones de habitantes que es Moscú, y con ello se cierra una dolorosa herida en la historia de la clase dirigente soviética. La hija de Stalin vuelve así al lugar que le corresponde en su país natal, que la recibe con los brazos abiertos, pese a sus declaraciones antisoviéticas de antaño.La entrega de la dacha y el piso -al parecer de tres habitaciones- forma parte de las condiciones fijadas por Svetlana para regresar a la URSS, las cuales fueron aceptadas sin objeciones por los representantes soviéticos, según fuentes informadas.
En el curso de las negociaciones para el retorno, iniciadas por Svetlana por razones estrictamente personales, la parte soviética sugirió a la exiliada que hiciese declaraciones públicas sobre su decisión, pero la hija de Josif Stalin declinó la oferta, aseguran las fuentes citadas.
Triunfo propagandístico
Observadores políticos en Moscú opinan que el solo hecho de que Svetlana -que en 1969 quemó su pasaporte soviético- haya regresado a su país de origen constituye un importante triunfo propagandístico para la URS S que, en 1979, la desposeyó de la ciudadanía que ahora le restituye."Hay nombres que forman parte de la historia de un país, y eso confiere una situación especial a quienes los llevan", señalaba un periodista soviético que, salvando las distancias, ponía como ejemplo el caso de Primo de Rivera en España. Svetlana recibe ahora una pensión como jubilada y es su deseo limitarse a vivir como una persona privada, manifiestan otras fuentes, según las cuales "la hija de Stalin no podía estar fuera de la URSS en una época de tanta tensión internacional".
Svetlana Aliuieva, cuya madre se suicidó siendo ella una niña, abandonó la URSS a finales de 1966 para pedir posteriormente asilo político en EE UU. Era la menor de los tres hijos de Stalin, quien tenía un varón de su primer matrimonio (Jakov) y un hijo y una hija (Vasili y Svetlana) de su segundo.
A diferencia de Vasili (que murió alcoholizado), Svetlana apoyó las decisiones del 20º y 22º congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que consumaron la desestalinización. Incluso intervino personalmente en público en ese sentido en una reunión universitaria.
Acompañando las cenizas del tercer compañero de su vida, el comunista indio Brijesh Sing, Svetlana viajó a la India en 1966 y allí optó por la vía del exilio, que la llevó primero a EE UU, donde se casó por cuarta vez, y de allí al Reino Unido. A lo largo de su periplo occidental Svetlana ha experimentado, al parecer, profundas transformaciones personales.
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