Managua intenta prevenir un golpe de los 'contras' al proceso electoral

ENVIADO ESPECIALUnidades de tanques han establecido cordones de seguridad en torno a las ciudades más importantes del norte de Nicaragua en previsión de que las guerrillas antisandinistas intenten un golpe propagandístico para boicotear las elecciones. La portavoz del Ministerio de Defensa, capitán Rosa Pasos, ha declarado que en octubre centraron su actividad en zonas densamente pobladas, cercanas a Estelí y Jinotega, con un objetivo más político que militar.

Sobre un plano del país, sembrado de flechas de colores, describió el itinerario seguido por las llamadas fuerzas de tarea en su propósito de asediar la ciudad de Estelí. Las columnas que operaban anteriormente en los departamentos de Chinandega y Madriz, amparado siempre por la frontera de Honduras, se internaron en el vecino país para penetrar nuevamente en Nicaragua a través de Nueva Segovia y descender luego hasta los alrededores de Estelí.

"Por primera vez estos comandos regionales", dijo la capitán Pasos, "se han intercambiado fuerzas en lo que parece ser el ataque más coordinado de cuantos han lanzado hasta ahora". Los combatientes de la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) se dividen en comandos regionales y cada uno moviliza a cerca de un millar de hombres, divididos a su vez en unas ocho fuerzas de tarea.

En lo que calificó como una aplicación rigurosa del manual de la CIA, explicó que 68 campesinos han sido secuestrados este mes y asesinados otros 10. La carretera que une la zona minera y Puerto Cabezas se ha convertido en uno de los trayectos más peligrosos, porque son atacados regularmente incluso los vehículos civiles que transitan por esa calzada.

La concentración de guerrillas en torno a las ciudades del norte y la necesidad de proteger las elecciones en las localidades más importantes han obligado al Gobierno a modificar sus planes de defensa, abandonando parcialmente el criterio de proteger de forma prioritaria la cosecha agrícola. Los agricultores de la zona se sienten desprotegidos y muchos no salen al campo. Los batallones profesionales dedican su principal esfuerzo a las grandes poblaciones, mientras la recolección permanece bajo el cuidado de las milicias.

El internamiento cada vez más profundo de las guerrillas en territorio nicaragüense ha hecho que el primer cordón sanitario del Ejército se aleje más de la frontera con Honduras. Desde un punto de vista estratégico, no se explicaba ya que se mantuviera una muralla defensiva paralela a la línea divisoria con el vecino país cuando el enemigo se encuentra ya en el interior.