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Un ex director adjunto de la CIA aspira a representar en Estados Unidos a las empresas españolas de armamento

Carlos Yárnoz

El lobby (grupo de presión) estadounidense que dirige Frank C. Carlucci, ex director adjunto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), compite estos días con otras empresas similares norteamericanas para la firma de un contrato anual con la empresa española Defex, dedicada a la exportación de armamento. El secretario de Estado del Ministerio de Defensa, Eduardo Serra, quienflegó ayer a Madrid tras realizar una visita oficial de siete días, a Estados Unidos, cenó en Washington en casa de Carlucci, aunque no hablaron sobre el tema, según afirmó el propio Serra.Junto con el grupo de Carlucci, compiten por el contrato -que supondrá entre 150 y 200 millones de pesetas anuales- otras nueve firmas, si bien ya han sido prácticamente descartadas cuatro o cinco, según comentaron ayer fuentes de Defensa. La cantidad anual citoida será pagada por la firma Defex, integrada por las principales empresas públicas y privadas españolas dedicadas a la producción de armamento.

Durante su visita a Estados Unidos, Eduardo Serra inauguró en Washington una oficina perinanente de Defex, a cuyo frente estará Antonio Viñolo, que durante varios años trabajó en Iberia como ingeniero.

El grupo de presión seleccionado será encargado, fundamentalmente, de facilitar a los empresarios españoles el acceso a las autoridades correspondientes de la Administración estadounideinse -especialmente el Pentágono o departamento de Defensa- y a los organismos o empresas relacionadas con la adquisición de armamento.

La elección definitiva del grupo de presión no se realizará, "por razones obvias", según precisan en Defensa, hasta que se celebren las elecciones estadounidenses el próximo 6 de noviembre. El lobby comenzará a trabajar en favor de los intereses españoles en enero de 1985, según las fuentes informantes.

Carlucci, de 52 años, diplomático de carrera, fue embajador de Estados Unidos en Lisboa poco después del golpe de 25 de abril de 1974 que acabó con la dictadura en Portugal. Su estancia en la capital del país vecino estuvo marcada por la polémica y las controversias desatadas por los partidos portugueses de izquierda, que acusaron a Carlucci de ser la mano de la CIA en Portugal tras la nueva situación política. El entonces influyente comandante Otelo Saraiva de Carvalho lo calificó de persona non grata, tras el intento de contragolpe descubierto en Portugal en marzo de 1975.

Tras permanecer dos años en Portugal, Carlucci fue nombrado director adjunto de la CIA, cargo en el que permaneció hasta comienzos de 1981. Con Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos, Frank C. Carlucci fue designado subsecretario de Defensa y como tal realizó una breve visita a España el 12 de marzo de 1982.

En las primeras visitas oficiales que realizó a Estados Unidos Eduardo Serra, cuando era subsecretario de Defensa, su principal interlocutor en Washington fue precisamente Frank C. Carlucci, con el que posteriormente ha mantenido numerosos contactos oficiales y privados. La cena que mantuvieron la pasada semana se debió a esas buenas relaciones, aseguró ayer Eduardo Serra, pero en ningún momento, insistió, se habló sobre el posible contrato con Defex.

Durante su estancia en Washington, Eduardo Serra se entrevistó también con altos cargos del Pentágono y de la firma McDonnell Douglas, fabricante de los 72 cazabombarderos F-18A que adquirirá España. Los directivos de McDonnell le enseñaron las piezas del avión en las que se han descubierto fallos técnicos y le mostraron el sistema que utilizarán para corregir esos errores.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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