La Iglesia polaca teme por la vida del sacerdote secuestrado Jerzy Popieluszko
La Iglesia polaca teme por la vida del sacerdote Jerzy Popieluszko, uno de los más activos opositores al régimen comunista, secuestrado por desconocidos el pasado viernes, según un comunicado hecho público ayer por el episcopado. Por el contrario, el portavoz del Gobierno, Jerzy Urban dijo ayer a la agencia Reuter que el religioso ha sido visto después de que se anunciase su desaparición y manifestó que las autoridades han sido víctimas de una provocación.Tras un largo mutismo, el episcopado, a cuyo frente se encuentra el cardenal Josef Glemp, declaró que "hay razones para inquietarse por la vida del padre Popieluszko", cuyo secuestro no parece al margen de la actividad de los servicios secretos polacos.
Por su parte, Jerzy Urban aseguró que "tenemos indicaciones de la población de que (Popieluszko) ha sido visto, pero no puedo decir nada más puesto que la investigación,está todavía en marcha".
El episcopado se abstiene de lanzar el menor llamamiento a los secuestradores, lo que, según los observadores, traduce las pocas esperanzas que tienen de encontrar con vida al sacerdote secuestrado. Josef Glemp, a pesar de todo, salió ayer de la ciudad de Szczecin rumbo a Berlín.
El mismo pesimismo se observa entre las personas más cercanas al padre Popieluszko. El testimonio del chófer del padre Popieluszko, Waldemar Chrostowski, que consiguió saltar en marcha del coche de los secuestradores, no deja lugar a duda sobre las intenciones de estos últimos. Los tres hombres, uno de ellos vestido de militar, "profirieron insultos y amenazas de muerte".
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