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Borau hace en el festival de Murcia de traductor de su propia película

El propio José Luis Borau hizo la traducción simultánea de su última película, Río abajo, proyectada en la apertura de la I Semana de: Cine Español, que comenzó el lunes por la noche en Murcia. "Perdón por presentar una película hablada en inglés para inaugurar una semana que se titula de cine español", se excusó, el director aragonés en la presentación del filme, y se oflreció a realizar la traducción porque, añadió jocosamente, "rni cine no es tan bueno como para que se entienda tan sólo con verse".Río abajo, título con el que se comercializará la película en España, ha sido un laborioso trabkio de cuatro años, cargado de dificultades económicas, principalmente, aunque no faltaron los problemas técnicos e incluso climatológicos. La película se desarrolla en la frontera de México con Estados Unidos, y plantea la forma de vida tan dispar de dos poblaciones a ambos lados del río Grande, frontera natural entre ambos países, todo ello rodeado por una historia de amor que parece imposible.

Tras ser visionado el filme, hubo quien estableció comparaciones entre éste y La frontera, de Jack Nicholson. "No, no creo que tenga nada que ver", afirmó Borau. "El plantea en su obra el problema de los mojados (nombre que se da a los mexicanos que cruzan ¡legalmente la frontera norteamericana). Por otra parte, yo empecé a escribir el guión de esta película en 1980, y La frontera se rodó en 1981. Pero, puestos a establecer comparaciones, estaría más cerca de Sed de mal, de Orson Weiles", añadió el cineasta.

Aunque Borau comenzó a escríbir su guión en 1980, el rodaje de la película no se inició hasta noviembre de 1982. Pero en las Navidades de ese año, "las más tristes de mi vida", afirma el director aragonés, "se acabó el dinero". El grupo norteamericano que iba a coproducir el filme quería cambiar el final -un final inesperado, trágico y bellísimo a un tiempo-, a lo que Borau se niega. Cuando el cineasta se encuentra en ese callejón sin salida, como si fuera un hada madrina, aparece la directora general de cinematografía, Pilar Miró y le dice: 'No he venido a Hollywood a por el oscar; he venido a sacarte del pozo', y me ofreció las ayudas oficiales", manifiesta Borau.

Pero entonces surgió otro problema: los actores estaban realizando nuevos trabajos, y hasta septiembre de 1983 no pudo volver a reunirlos para finalizar el rodaje, que concluye en noviembre del año pasado.

Este último filme de Borau, con todas estas vicisitudes, se ha convertido en una de las películas más costosas del cine español. Hasta la fecha se han gastado 500 millones de pesetas, "que tengo que devolver, y veremos qué pasa si la película no tiene éxito", dice el director, y es que David Carradine, protagonista secundario, ha cobrado 350.000 dólares (alrededor de sesenta millones de pesetas), una cotización superior a la de Victoria Abril, protagonista de la película.

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