El director ejecutivo del FMI inaugura la asamblea anual con un llamamiento a Reagan para que baje los tipos de interés

Jacques de Larosière, director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) abrió ayer la 39ª asamblea anual conjunta del FMI y Banco Mundial con un llamamiento a la Administración Reagan para que bajen los tipos de interés reales y adopte medidas efectivas para reducir su elevado déficit presupuestario. El alto directivo aseguró que el mantenimiento de la actual política fiscal de Estados Unidos compromete la durabilidad a largo plazo de la recuperación de curso de la economía mundial.

En un discurso eminentemente técnico, salvo las veladas referencias políticas a la estrategia fiscal de Reagan, el director ejecutivo del organismo mundial coincidió con los comités consultivos y decisorios del sistema FMI-Banco Mundial, así como la opinión exprexada por el presidente del Banco Mundial, A. W. Clausen, en la apreciación de que lo peor de la crisis económica ha pasado e incluso se ha superado el riesgo de un colapso financiero global como consecuencia del fuerte endeudamiento del Tercer Mundo.Concluidas el domingo las reuniones previas de los comités interino y de desarrollo, la asamblea anual del FMI y Banco Mundial se inauguró ayer con la asistencia de más de 2.500 personas, entre ministros de economía y finanzas, gobernadores y presidentes de bancos centrales, altos funcionarios y banqueros. Una ausencia notable ha sido la del anterior presidente de la asamblea, el ministro español de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, que dejó su silla al nuevo gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, quien de esta manera estrena su cargo con proyección internacional mediante un discurso ante el FMI. La oficina de prensa del Ministerio de Economía y Hacienda español confirmó la anulación del viaje. "La permanencia del ministro de Economía y Hacienda en Madrid", dice la nota, "se debe a la importancia del Consejo de Ministros del próximo miércoles que, según las mismas fuentes, debe adoptar medidas de gran trascendencia presupuestaria. Estas medidas se refieren tanto al proceso de concertación social como a la negociación de las comunidades autónomas de un porcentaje de participación en los ingresos del Estado. El ministro está especialmente preocupado por las consecuencias que se pueden derivar del retraso en el proceso de concertación para los plazos de los presupuestos del Estado para 1985".

En las intervenciones de ayer tanto Jacques de Larosière como Clasen resaltaron que la situación actual de la economía mundial, si se la compara con la existente hace dos años, ha mejorado sensiblemente. El director del FMI afirmó que "la recuperación es un hecho en los países industriales y en muchos en desarrollo, el comercio internacional se ha rectivado de manera notable, la infiación se ha reducido considerablemente y en lo que respecta a la balanza de pagos de los países profundamente endeudados, la situación ha mejorado extraordinariamente".

Ajuste a medio plazo

Según De Larosière este panorama es sólo optimista si se le compara con el pasado reciente, ya que "todavía subsisten problemas importantes" en la economía mundial, concretamente los altos tipos de interés reales y el aún persistente desequilibrio de la balanza de pagos de muchos países en desarrollo. El primer problema, según el director del FMI, es especialmente grave ya que "compromete la durabilidad a más largo plazo de la recuperación y agrava los problemas de los países en desarrollo profundamente endeudados". El segundo problema hace necesaria la insistencia en el mantenimiento de la estrategia de ajuste a medio plazo con el fin de buscar un equilibrio más estable.

Si bien la consigna implícita de esta asamblea anual ha sido la de evitar cualquier tipo de crítica estridente contra la Administración Reagan, en respeto de la campaña electoral en curso ante las elecciones de noviembre, el director ejecutivo del FMI no pudo obviar la ocasión de su discurso ante el FMI para exigir una baja de los tipos de interés reales, y no sobre la base "de políticas monetarias acomodaticias, sino mediante una política fiscal que reduzca la proporción de ahorro que absorbe el sector público y por medio de una reducción eficaz de los gastos".

Otro mensaje particularmente optimista fue el que pronunció el presidente del Banco Mundial, A.W. Clausen. Como De Larosière, Clausen certificó que la recuperación económica se siente a lo largo y ancho de todo el mundo, pero advirtió que es todavía de escasa repercusión en algunos países en desarrollo. El presidente del Banco Mundial centró su intervención en el peligro que encierra las tendencias proteccionistas registradas en algunos países y, como anticipó el director del FMI, señaló que la eliminación de las barreras arancelarias no solamente beneficiarían al comercio mundial sino que sentarían las bases para una recuperación más eficaz de las economías de cada uno de los países.

Por otro lado, el comité de desarrollo, órgano conjunto del FMI y Banco Mundial, emitió el domingo por la noche sus conclusiones finales, por las que se autoriza al. Banco Mundial a ampliar sus recursos financieros en unos 9.000 millones de dólares. Esta mayor capitalización del Banco Mundial le permitirá introducir nuevos programas de ayuda a los países más pobres, entre ellos uno específico para la África subsahariana por un importe de 2.000 millones de dólares. El comité de desarrollo, sin embargo, se abstuvo de pronunciarse sobre la polémica planteada por Estados Unidos para condicionar los programas de ayuda del Banco Mundial a la pureza de las políticas económicas de los países receptores.