Felipe González estima que La misión de España en la OTAN será de retaguardia y repliegue en caso de conflicto bélico

España podría jugar una función de retaguardia, de repliegue de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ,en caso de un enfrentamiento, según dio a entender el presidente del Gobierno, Felipe González, en conversación informal con varios periodistas españoles en Dublín, queriendo dar a entender con ello que la permanencia de nuestro país en la Alianza tendría escasa importancia militar

González admitió que el mantenimiento de España en la Alianza Atlántica supondría, paralelamente, un progresivo desmantelamiento de las bases norteamericanas instaladas en nuestro país. Poco antes, en el curso de una entrevista para el programa Today-tonight, de la Televisión Irlandesa, había dicho que las opciones que España afronta en su vinculación con la defensa occidental son dos: mantener su relación defensiva bilateral con Estados Unidos o permanecer en el marco de la Alianza Atlántica. El presidente español prometió una definición personal -que reconoció que equivale a una toma de posición del Gobierno- sobre la permanencia o no de España en la Alianza Atlántica para antes del comienzo del 30º Congreso del PSOE, que tendrá lugar en Madrid a mediados de diciembre. Al mismo tiempo dio a entender que las discusiones internas sobre este tema en el seno de su partido han imposibilitado que el PSOE haya adoptado ya una posición definida, tal y como aventuraron inicialmente los propios dirigentes socialistas.

La pregunta del referéndum, sin decidir

Rehusó adelantar la fecha en la que se podría celebrar el prometido referéndum sobre la OTAN, señalando que no tiene decidida la pregunta en la que se basará éste, aunque tiene decidida su posición personal. No rechazó, sin embargo, las insinuaciones de un periodista en el sentido de que la pregunta pudiese consistir en la disyuntiva permanencia en la OTAN-mantenimiento de las bases norteamericanas en España. El tema del referéndum será, en cualquier caso, objeto de consulta con la oposición, según dijo.

Este referéndum no será, en ningún caso, un plebiscito en el que el Gobierno socialista se juegue la supervivencia: "No tiene por qué hacer caer al Gobierno", dijo. Según la agencia Efe el presidente reforzó su argumentación diciendo que en realidad la cuestión, de OTAN -que fue junto a los 800.000 puestos de trabajo piedra angular de la campaña electoral del PSOE- no interesa a más de un 10% de los ciudadanos. Por otro lado, la plena integración militar en el seno de la Alianza está excluida "hasta donde yo pueda decidir; no puedo hablar por mis sucesores".

Presencia de Morán

En su largo encuentro con los periodistas españoles que se desplazaron a Dublín para cubrir su visita oficial a Irlanda, González evitó adelantar el que será su calendario político, aunque dejó claro que las elecciones generales se celebrarán en 1986 y no serán, por tanto, adelantadas de manera sensible.

Se mostró especialmente vago al ser preguntado por sus meditaciones sobre su Gab inete durante el pasado verano en el sentido de hacer o no una remodelación" en otoño, pero dio a entender su apoyo a la figura del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, cuyas declaraciones recientes sobre la coriveniencia de que España abandone el Comité Militar de la OTAN fueron hechas, dijo González, a título meramente personal, minimizando el hecho de que tales declaraciones no le hubiesen sido consultadas con antelación. La nota colorista de la visita de González a Dublín la puso, en ausencia, Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores, que de alguna manera estuvo presente en la cumbre hispano-irlandesa celebrada ayer y el jueves en Dublín, pese a no haber viajado a la capital de Irlanda.

El primer ministro de aquel país, Garret Fitzgerald, incluía en el brindis tras la cena de gala que ofreció a su colega Felipe González un recuerdo a todos los Morán, apellido, según él, de ascendencia irlandesa, "aunque", agregaba jocosamente, "el señor Morán dirá, sin duda, que los Morán que hay en este país proceden de España".

Estas palabras, incluidas en el texto del brindis del premier irlandés inicialmente ofrecido a la Prensa, fueron apresuradamente suprimidas en una segunda versión ante la ausencia del titular de Exteriores español del séquito de González.