El Gobierno de Alemania Occidental decide restringir el uso del formaldehído
El Gobierno de la República Federal de Alemania ha decidido restringir el uso del formaldehído en una serie de productos, tras el escándalo producido a consecuencia de unos estudios que atribuían al formaldehído la posibilidad de causar cáncer. El ministro federal de Sanidad, Heiner Geissler, señaló ayer en el Parlamento que el Gobierno presentaría sus propuestas sobre el tema a finales de este año.Geissler afirmó que no existen pruebas científicas de que el formaldehído, que se utiliza como componente auxiliar y estabilizador en miles de productos de uso doméstico, pueda causar cáncer. Geissler recordó que espera para el mes de octubre un informe oficial sobre el tema, pero que el Gobierno seguiría adelante con los planes de restricción, fueran cuales fueran los resultados del estudio.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad afirmó que las propuestas de Geissler estaban preparadas mucho antes de que surgiera la controversia actual, como respuesta a los conocidos efectos toxicológicos del formaldehído, pero no a la posibilidad de que sea cancerígeno.
Los ecologistas afirman que existen estudios que muestran que este producto químico puede causar cáncer de nariz y de garganta y han acusado al Gobierno de ocultar información. El ministro Heiner Geissler ha negado las acusaciones.
Cobayas humanos
Respecto al tema de los cobayas humanos sobre los que se ha venido estudiando los efectos del formaldehído en un instituto de investigación de Berlín, Geissler confirmó que existen 24 voluntarios. En las pruebas, estos voluntarios fueron expuestos, durante una hora de las 16 que duraron las pruebas, a concentraciones de formaldehído superiores a las permitidas legalmente.Según la Asociación de Industrias Químicas de la República Federal de Alemania, se sabe que el formaldehído causa náuseas y vómitos si es inhalado y quemaduras si entra en contacto con la piel. La controversia sobre su uso concierne de forma particular a la empresa BASF, el mayor productor del mundo de este agente químico, que se opone a que se prohiba su utilización.
La propuesta que ha hecho Heiner Geissler prevé la prohibición de la utilización de espuma de urea-for-maldehído en interiores. Esta espuma se utiliza sobre todo en materiales de aislamiento de viviendas y sprays de aerosol. La empresa BASF ha señalado por su parte que esta espuma sólo representa el 0,8% de la utilización de formaldehído en Alemania Occidental.
Otras propuestas se refieren a la restricción de la utilización de formaldehído en productos tales como muebles, alfombras, papel pintado y conglomerado de madera. Otras normas aluden al etiquetado de los productos, restricción del uso de formaldehído en medicina y nuevas normas sobre los niveles permitidos de formaldehído en las emisiones de los automóviles.
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