El 'Discovery' realizó pruebas solares y para la fabricación de un nuevo medicamento

Los seis tripulantes del transbordador estadounidense Discovery, tras el lanzamiento con éxito de los tres satélites de comunicaciones que llevaba a bordo, dedicaron la cuarta jornada del vuelo a continuar las pruebas de investigación solar (iniciadas el sábado con el despliegue del Oast-1) y los experimentos para la fabricación del primer medicamento espacial.El centro de control de Houston expresó su satisfacción por los dos despliegues de la enorme estructura del Oast-1, similar a una vela, que plegado mide poco más de un metro y desplegado, como un acordeón, alcanzó una altura de un edificio de siete plantas, es decir, unos 35 metros. Si la prueba culmina con éxito, el panel permitirá duplicar la permanencia en el espacio de futuros transbordadores, así como alimentará las necesidades energéticas de la estación orbital permanente que Estados Unidos proyecta construir. Judith Resnik, la única mujer de la tripulación, y encargada de la prueba, comunicó al centro de control que el panel desplegado sobre el Discovery permanecía estable.

Mientras tanto, su compañero Charles Walker, primer representante de una empresa privada en viajar a bordo de un transbordador, continuó la purificación de una hormona secreta que, según se cree, podría ser utilizada en el tratamiento del cáncer y del síndrome adquirido de deficiencia inmunológica (SIDA). Los iniciales problemas derivados de las fluctuaciones de presión fueron resueltos satisfactoriamente gracias a las instrucciones enviadas desde la tierra.

El programa de ayer fue completado con las tomas fotográficas del centro espacial Kennedy, en el cabo, y de Haway, en el marco de un estudio sobre formación de nubes.