Venezuala no acepta la intervención del FMI en la renegociacion de su deuda exterior

El ministro del Interior de Venezuela, Octavio Lepage, anuncio ayer la firme decisión del Gobierno de no aceptar que el Fondo Monetario Internacional (FMI) interfiera en las negociaciones para refinanciar la deuda externa del país."Yo les puedo garantizar que se va a renegociar la deuda sin la intervención del FMI", dijo Lepage, quien aseguró que Venezuela sólo acéptará condiciones honorables, y que el Gobierno rescatará el crédito internacional perdido."Nuestra, decisión", señaló Lepage, "es no aceptar condiciones que estrangulen el desarrollo económico del país, por lo que hemos impuesto un tope en cuanto al servicio anual de la deuda, que no estamos dispuestos a traspasar".

Por otra parte, fuentes vinculadas a la comisión negociadora del Gobierno venezolano en Nueva York, indicaron que el comité asesor de los bancos acreedores está dispuesto a refinanciar un total de 19.700 millones de dólares, correspondientes a vencimientos de pagos de capital de 1983 a 1987. Venezuela había solicitado renegociar el pago de 22.000 millones.

La deuda externa total de Venezuela, pública y privada, asciende a unos 35.000 millones de dólares (5,7 billones de pesetas), de los que sólo 22.000 millones pueden ser objeto de refinanciación, ya que el resto corresponde a obligaciones con organismos multinacionales, bonos de deuda pública y cartas de crédito comercial de empresas del Estado.

Crédito para Argentina

Fuentes del Ministerio argentino de Economía señalaron ayer que se habían logrado "avances sustantivos" en las negociaciones con el FMI para la concesión de un crédito de libre disposición por valor de 1.300 millones de dólares con el que hacer frente al pago de una parte de los intereses de su deuda exterior.Por otra parte, el país se halla inmerso en una fuerte tensión social. La poderosa Confederación General del Trabajo (CGT), de orientación peronista, que no participó el pasado jueves en la segunda reunión con empresarios y Gobierno en la que se debía discutir un acuerdo previo a la llamada "concertación social", ha ratificado la convocatoria de huelga general para mañana, lunes, como protesta contra la política económica del Gobierno radical, informa Carlos Ares desde Buenos Aires.

La CGT no descarta el acuerdo social, pero insiste en que antes "tiene que haber salarios mínimos adecuados". En una propuesta formulada al Gobierno se exige "el inmediato abandono de la política económica de la dictadura" y se considera halagüeña "una gran convocatoria que a modo de referendum nacional diga no "a la patria financiera" y afirme su voluntad en la recomposición de la "patria productiva" que todos formamos".

Al menos 141 bancos argentinos están involucrados en una evasión de divisas que inicialmente asciende a unos 90 millones de dólares, según informó el administrador nacional de Aduanas.