_
_
_
_
41ª Mostra de Venecia

Urgencias y supervivencia

La película filipina Sangandaan sólo puede justificar su presencia en Venecia en tanto que producto de urgencia, como arma que apunta a un Gobierno impopular y sanguinario. Su poder de ataque no se puede medir aquí. Desde una evidencia de este tipo trabaja Thomas Harlan en Wundkanal, la otra parte del díptico que forma con Il nostro nazi, de Robert Kramer. El director germano parte de esa dificultad de hacer creíbles las ficciones, del deterioro que atraviesa el lenguaje del cine y pone en escena su propia puesta en escena.Alfred F., el criminal de guerra del que hablábamos en nuestra anterior crónica, se interpreta a sí mismo hasta lograr serlo realmente, de manera que la representación de su juicio se transforme en un auténtico juicio. La sombra de Brecht planea sobre Wundkanal, que si no es un producto logrado, sí es una alternativa válida, un experimento o camino a seguir. Para Harlan, la figura del padre -Veit Harlan- es imborrable y se confunde con la del cine del pasado, con un ilusionismo y una magia que, en su caso, desembocaron en Dachau o Buchenbald.

Más información
El arte y la cultura ayudan a salir del tedio al certamen

Para Gouthan Gosh, el director indio de la película a concurso -Paar (La travesía)-, todos esos problemas no existen. Su cine pertenece al período pre-Lumière, es decir, a ese balbuceo informe por el que el mejor lugar en el que esconderse es, simplemente, el contraplano.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_