Descubierta una nueva forma de hepatitis, causada por la combinación de dos virus, que provoca una elevada mortalidad
Investigaciones realizadas por científicos italianos, estadounidenses y venezolanos han llevado al descubrimiento de un nuevo tipo de hepatitis, la hepatitis delta, de elevada mortalidad, que está causada por la acción conjunta de dos virus distintos. Los científicos creen que no se trata de una nueva enfermedad, sino que hasta el momento se diagnosticaban los casos de hepatitis delta como de hepatitis b, aunque su extensión hace que suponga una "gran amenaza para todo el mundo", según los científicos, que han constatado la existencia de una devastadora epidemia de esta enfermedad entre indios venezolanos.
Aunque no se conocen cifras exactas, se estima que centenares de miles de personas sufren ya este mal en todo el mundo, y que unos 200 millones de personas más tienen el riesgo de contraerla, porque sufren de hepatitis b o son portadoras de la enfermedad. El descubrimiento de que la hepatitis delta es el resultado de la interacción de dos virus hace pensar en la posibilidad de que otras combinaciones similares de virus sean la causa de enfermedades infecciosas cuyo origen se desconoce.Este tipo de hepatitis resulta de la acción de un virus que por sí solo no causa infección, pero que unido al virus de la hepatitis b produce una enfermedad mucho más grave que esta última. La hepatitis delta puede convertirse en crónica y ser causa de cirrosis. Los brotes de la enfermedad pueden darse en los lugares donde es común la hepatitis b, según los científicos. En Venezuela, una epidemia causó la muerte de 34 de los 149 indios yucpa afectados, y provocó hepatitis crónica en otros 22.
Fuentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestaron a principios de este mes su preocupación por esta enfermedad y la necesidad de investigar cómo se extiende, cuáles son los grupos de alto riesgo entre la población mundial y sus efectos a largo plazo.
La vacuna, única solución
La identificación de las causas de la hepatitis delta no ha llevado todavía a encontrar una curación para la enfermedad, y los científicos se centran ahora en intentalograr una vacuna. La vacuna contra la hepatitis b existente además de cara, sólo es efectiva en el caso de que la persona no haya contraído ya la enfermedad o no sea portadora del virus.
El virus delta en sí, que entren la categoría de virus defectuosos, debido a que no puede actuar por sí solo, fue descubierto en 1977 por Mario Rizetto, investigador italiano que trabajaba en Turín sobre enfermos de hepatitis b. En un principio los científicos no supieron interpretar este descubrimiento, y en 1978 Rizetto se trasladó a Esta dos Unidos para trabajar con John L. Gerin en la Universidad de Georgetown (Washington) y con Robert H. Purcell, del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos.
Las investigaciones dieron como fruto la confirmación de que se trata de un virus que sólo se puede reproducir en presencia del virus de la hepatitis b. Se detectaron focos de la enfermedad entre los drogadictos de numerosos países, entre ellos Suecia e Italia, pero la epidemia entre los indios venezolanos ha sido la primera detectada entre la población normal.
Sin embargo, los científicos han encontrado algunos rasgos extraños, como el hecho de que la enfermedad se da muy poco en países asiáticos, donde la hepatitis b es muy común. Otro misterio lo constituye la ausencia de infecciones delta entre homosexuales, grupo en el que la hepatitis b es muy común.
Una enfermedad vieja
Las pruebas indican que se trata de una enfermedad ya existente, como lo ha demostrado el doctor Antonio Ponzetto, en la Universidad de Georgetown, al analizar muestras de gammaglobulina de hace 40 años. Se cree que los que hasta ahora se consideraban como casos severos de hepatitis b eran en realidad casos de hepatitis delta, lo que explicaría los casos de recaídas en enfermos crónicos de hepatitis. La ausencia de pruebas de diagnóstico de hepatitis delta para muestras de sangre, que ahora ha empezado a comercializar un laboratorio norteamericano, impedía un diagnóstico preciso.
La hepatitis delta se puede contagiar por medio de sangre contaminada a drogadictos y hemofílicos.
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