Pluralidad de actitudes sobre el ideal wagneriano de obra de arte total en un curso de la Universidad Menéndez Pelayo
El ideal wagneriano de obra dé arte total y su influencia decisiva en el desarrollo del arte y la estética contemporáneas ha estado presente en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, durante las dos últimas semanas. Conferencias, exposiciones, proyecciones, conciertos y homenajes se han producido sin solución de continuidad, integrando la diversidad de los contenidos y la pluralidad de actitudes, en el curso que ha sido dirigido por el crítico de arte y profesor de Historia del Arte de la Complutense de Madrid, Francisco Calvo Serraller.La aspiración a una obra de arte total sería una consecuencia de la sensibilidad moderna, que rompe con los géneros artísticos tradicionales, mezclando sus cualidades e incluso forzando las categorías espacio-temporales, que antes eran distinguidas como entidades separadas. Forzando la imposible existencia de conclusiones generales en un debate pluridisciplinar donde el análisis filosófico ha seguido al testimonio del creador, y a éste, el análisis histórico de fenómenos concretos, la citada aspiración podría ser uno de los elementos comunes para quienes desde la mesa ,o desde el público han asistido al curso.La presencia entre los asistentes de artistas como Eduardo Arroyo, actualmente con una exposición en, el Museo Municipal de Bellas Artes de Santander, Marta Cárdenas, Andreu Alfaro, Eduardo Sanz, Pilar Cossío, Gloria Torner o Gustavo Torner, entre otros, multiplicó las perspectivas y enriqueció el debate.
Totalidad y totalitarismo
Hay una consecuencia de la obra de arte total que resulta clara para los participantes en el curso: el ilusionismo, la idea de arte como un espectáculo ilusionista. La distinción entre totalidad y totalitarismo, la necesidad de establecer claramente la línea divisoria, estuvo presente en los debates. Para Calvo Serraller, tanto el nazismo como la televisión, tomando a ésta en su sentido general de nuevo medio de expresión, "pueden ser ejemplos dramáticos de esa capacidad totalitaria de secuestrar la conciencia a través de los sentidos".La presencia dominante del modelo romántico de expresión en el arte contemporáneo actual, frente al modelo tradicional o clasicista de la imitación, y el cambio de valores operados desde el arte clásico basado en el contenido y, por tanto, en un carácter moral predominante, y el arte moderno, que se diferencia por ser formalista y esteticista, fueron también elementos a debatir.
Tres modelos a debatir
Un primer grupo de conferenciantes afrontó el debate desde el punto de vista estético, reflexionando sobre la sensibilidad actual y el arte contemporáneo. Entre éstos, Fernando Savater, Félix de Azúa, Luis Antonio de Villena -quien se refirió al dandismo como la tendencia a convertir la vida en una obra de arte total-, Simón Marchán, Eduardo Subirats y Javier Utray, además del propio director del curso.El segundo nivel de aportación fue el de creadores actuales, quienes desde la perspectiva de su propio quehacer artístico se enfrentaron al concepto wagneriano. El cineasta y fotógrafo Luis Revenga, el compositor Luis de Pablo, el escultor Rafael Trenor y el arquitecto José Antonio Fernández Ordóñez. De Pablo se definió frente al concepto de arte total en la ópera de Wagner, que en su opinión es la reacción nacionalista ante el modelo de ópera italiana, mientras que Trenor defendió la actualización de la tradicional clasificación de las artes liberales, incidiendo en los valores de la astronomía, de donde surge la mayor parte de su actividad escultórica, en relación con el arte.
Los historiadores y críticos de arte formaron el tercer gran grupo de participantes en el seminario, analizando diversas manifestaciones artísticas contemporáneas' dentro de la obra de arte total. Aurora García, Lluís Racionero, Vicente Molina Foix, Juan Antonio Ramírez y Tomás Llorens situaron sus intervenciones. en ese marco.
El encuentro organizado por la revista La Luna de Madrid, el homenaje a Fernando Zóbel y la presentación de la ópera de Luis de Pablo completaron las actividades del curso.
Las elites
Por otra parte, el compositor Luis de Pablo declaró en la clausura del encuentro Elecciones de música contemporánea, también en la Menéndez Pelayo, que es una quimera pensar que el arte pueda ser alguna vez multitudinario, ya que elites habrá siempre. "La única diferencia es que se deben reclutar no sólo entre la clase privilegiada, sino en todo el cuerpo social", añadió.El compositor criticó la falta de orquesta estables con rendimiento pleno, y subrayó que no hay más que dos laboratorios de música electroacústica, y ningún ordenador al servicio del creador musical, lo que da cuenta de la precaria situación de la música en nuestro país. Resaltó que ahora se puede trabajar, a diferencia de lo que sucedía años pasados, y que no hay que esperar que la Administración lo dé todo resuelto, sino "exigirnosa nosotros mismos y buscar nuevos procedimientos".
Babelia
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