Richard Burton, 'el príncipe de los actores', falleció ayer en Suiza a los 59 años
Richard Burton, el actor galés que triunfó en Hollywod, en Broadway y en los teatros de Londres, donde fue caliricado como "el príncipe de los actores", ha fallecido a los 59 años de edad en el hospital cantonal de Ginebra (Suiza) a consecuencia de una hemorragia cerebral. El intérprete, entre otras, de Mirando hacia atrás con ira, La túnica sagrada, Cleopatra, El espía que surgió del frío y Beckett, ingresó en el hospital en estado de inconsciencia, y murió sin recobrarla.
Richard Burton fue calificado como "el príncipe de los actores" a raíz del título de la película que Philip Dunne dirigió en el año 1954, pero sus comienzos en el cine se habían ilustrado con fracasos. Cuando, a raíz de su brillante aparición en los teatros londinenses, fue solicitado por el cine, el desacierto de los guiones estuvo a punto de recluirle definitivamente en los escenarios.Aunque por uno de sus primeros trabajos en Hollywood, Mi prima Rachel (1952), fuera finalista para el oscar, y al año siguiente protagonizara La túnica sagrada, primera experiencia en cinemascope, uno de los más importantes éxitos de taquilla de la época, Burton regresaba periódicamente al teatro donde sus interpretaciones le confirmaban en sus calidades de actor. Allí era aclamado por la crítica, que le consideraba el sucesor de Laurence Olivier y, más aún, del mismo Kean. El actor sorprendía incluso a sus seguidores en cada nuevo trabajo, perfilándose como un intérprete dúctil, capaz de componer los personajes más opuestos: una novedad respecto al estilo de los intérpretes clásicos del cine. Por su interpretación en el musical Camelot, y su forma de cantar, "más atrevida que hermosa", obtuvo el premio Tony de 1961.
"Richard fue un excelente actor y su prematura muerte es una gran tragedia para el mundo del teatro, el cine y el público", ha declarado ahora Laurence Olivier, con quien Burton iba a interpretar su próxima película. "Era serio, encantador, con gran talento y un poco indomable, lo que es bueno para un actor", ha declarado, por su parte, el veterano John Gielgud, con quien el actor, fallecido interpretó su primer papel escénico.
Origen modesto
Burton precisaba de esa seguridad. Su origen modesto, (penúltimo de trece hijos de una familia de mineros), le había obligado a un enorme esfuerzo de desclasamiento, al que le ayudó su profesor de literatura, Philip Burton, a quien luego rindió homenaje adoptado su apellido. Sólo con ahínco pudo ingresar en un instituto, recibir clases privadas que eliminaran su acento galés, y estudiar en Oxford. Pero necesitó interpretar Cleopatra (1963), para que las revistas del corazón le transformaran desde entonces en plato preferido de sus crónicas y, por lo tanto, en actor popular. Burton y Elizabeth Taylor habían comenzado durante el rodaje una apasionada historia amorosa, que indignó a los mojigatos y excitó a los curiosos.
Sus escándalos y borracheras; las tensiones privadas que les llevaron a plantear su divorcio diez años después de la boda, en 1974, y un segundo matrimonio doce meses más tarde; sus amoríos y fracasos; su lujosa y excéntrica vida; sus fiestas y escándalos, alimentaron la expectación, logrando que algunas de las películas que interpretaran juntos (¿Quién teme a Virginia Woolf, Castillos en la arena o La mujer indomable), fueron contempladas como espejo de su intimidad. Sus cuatro matrimonios colmaron las portadas de las revistas.
Más, sin duda, que su esporádico empeño como director cinematográfico. En 1967 filmó Doctor Faustus, según el texto de Christopher Marlowe, pero su cripticismo y ampulosidad arruinaron el proyecto. Y más también que su incorporación del joven rebelde de Mirando hacia atrás con ira, en que se basó la estética del free cinema, es decir, de una década del cine británico.
Babelia
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