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Inquietud en los bingos ante el proyecto de tributo de la Generalitat

Andreu Missé

El proyecto de ley de impuesto sobre el bingo que fue aprobado, en período de anteproyecto, por el Consell Executiu de la Generalitat, el pasado 26 de julio, ha despertado cierta inquietud y malestar entre los empresarios del sector que temen que la medida pueda significar el cierre de más del 60% de las salas.Propietarios de salas de bingo de Cataluña y delegados de las demás asociaciones empresariales del resto del Estado han participado en una asamblea en la que acordaron rechazar el proyectado impuesto y profundizar en el diálogo con la Generalitat.

Con el el nuevo tributo, cuyo anuncio ha tenido una buena acogida en amplios sectores sociales por su carácter finalista, la Generalitat pretende recaudar unos 12.000 millones de pesetas que se destinarían íntegramente a servicios sociales, a la mejora de la calidad de vida y a bienestar social.

Estos ingresos, que no se contabilizan entre los tributos cedidos, constituirían un ingreso adicional para la Generalitat lo que le permitiría desplegar una política económica propia de mayor amplitud que la desarrollada por la estricta gestión de los servicios traspasados.

La Administración central ha visto con buenos ojos la decisión de la Generalitat de procurarse recursos por sus propios medios. Aunque en un primer momento motivó cierta sorpresa entre altos responsables económicos de la Administración. central que veían como se les adelantaban en el aprovechamineto de una nueva fuente de ingresos.

El sujeto pasivo del nuevo tributo serán los jugadores a diferencia del tributo sobre el juego existente que grava a los empresarios. El proyecto prevé un tipo tributario del 20%, igual que el ya existente y por el que en 1983 la Generalitat recaudó 12.211 millones de pesetas, en concepto de tributo cedido.

De aprobarse el proyecto del ley, los cartones costarían 120 pesetas frente a las 100 actuales. La distribución de la recaudación sería la siguiente: 70 pesetas para premios, 20 pesetas de impuesto sobre el juego (sujeto pasivo el empresario), 20 pesetas por el nuevo tributo (sujeto pasivo el jugador), nueve pesetas para los empresarios y una peseta para el cartón fijada por la Fábrica de Moneda y Timbre. Expertos fiscales de la Generalitat han estudiado también la posibilidad de aplicar un pequeño impuesto a los turistas relacionado con la pernoctación, pero la medida fue desechada por el Gabinete Pujol por temor a perjudicar al sector. Aunque el impuesto sólo hace referencia a los bingos, no sería extraño que se ampliase también a los Casinos en donde por el tributo cedido sobre el juego, la Generalitat recaudó 1.019 millones de pesetas el pasado ejercicio.

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