La falta de inversión y de financiación privada son las mayores dificultades para el acuerdo social

El escaso aumento de la inversión pública -34.000 millones en inversión real-, frente a unos gastos presupuestados de más de 6 billones de pesetas, y una aportación de recursos al sector privado que la patronal continúa considerando insuficiente son los dos grandes obstáculos para conseguir el Acuerdo Económico y Social (AES) 1985-1986 actualmente en negociación entre sindicatos, patronal y Gobierno. CCOO y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ya han anunciado las distancias que separan sus previsiones de los objetivos gubernamentales.

Para la patronal las cifras entregadas el pasado lunes a los interlocutores sociales "no encajan con las palabras de Felipe González, o Felipe González no encaja con las cifras del presupuesto". La UGT guarda, hasta el momento, un cauto silencio. Y espera que, a lo largo de las conversaciones, se podrán modificar los proyectos presupuestarios del Gobierno.Los representantes de la CEOE tienen previsto pedir explicaciones, en la próxima reunión para el AES, sobre determinadas partidas recogidas en el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1985, entregado el pasado lunes a patronal y sindicatos. La patronal, que esperaba más moderación en la presión fiscal, después de que Felipe González reconociera días pasados que ésta ya era muy fuerte, quiere que el Gobierno aclare que tipo de presión va a existir por la vía de las cotizaciones sociales. La CEOE teme que, al igual que ocurriera en anos anteriores, se produzca una reducción en los tipos de la Seguridad Social, pero se incremente la cotización al desempleo y al Fondo de Garantía Salarial.

Y también pedirá que los,responsables económicos acláren ,por qué las remuneraciones de personal suben de 1,21 billones en 1984 a 1,36 billones en 1985 -en torno a un 12%-, cuando se ha adelantado un incremeninto salarial del 6,5%. A juicio de la patronal, esto sólo puede deberse o a un aumento de empleo en el sector público o a una operación de reclasificación- del personal.

Pero donde la CEOE pone mayor énfasis es en el escaso aumento de la inversión real, 33.500 millones, "insuficientes para ese dinamización del empleo que se pretende". El secretario general de la organización empresarial, Juan Jiménez Aguilar, hacía notar el acusado contraste entre esta cifra y la de 6,3 billones de gasto previsto.

Continuismo

Las proyecciones presentadas por los responsables económicos el pasado lunes, según la patronal, no parecen apuntar hacia un cambio en las tendencias seguidas por el Gobierno en los últimos años. De hecho, se aprecia un cierto continuismo en los criterios que se han venido aplicando. "El acuerdo", decía Jiménez Aguilar, "se presenta muy dificil. Y las cifras y magnitudes que se nos han entregado no se parecen en nada a la filosofía que nos explicó el presidente del Gobierno. No encajan con lo que Felipe González nos dijo, a no ser que sea Felipe González el que no encaje con los presupuestos".

Otro de los puntos que los empresarios han venido planteando tampoco ha quedado desvelado, según sus apreciaciones. La financiación al sector privado, de acuerdo con las previsiones gubernamentales, se incrementa en un 7,3 Pero su aumento respecto a 1984 será sólo de siete décimas. Y frente a las afirmaciones efectuadas por el secretario de Estado de Economía y Planificación, Miguel Ángel Fernández Ordóñez en cuanto al excedente empresarial generado en estos últimos años, la CEOE advierte que ese excedente es muy discutible.

Con un incremento del consumo interior nulo, no se puede afirmar que se haya producido excedente alguno -argumenta la patronal-, al menos para las pequeñas y medianas empresas que son las que más financiación exterior precisan.

Posturas sindicales

Por parte de los sindicatos, las posturas son contradictorias. Aunque medios de UGT no han negado el profundo malestar que las previsiones del Gobierno han levantado en el seno del sindicato, la central socialista mantiene, oficialmente, un cerrado mutismo sobre los documentos entregados el pasado lunes. Confian en que la negociación transformará estas previsiones "porque" -como reconoce en privado uno de sus dirigentes- "si fueran las definitivas, era como para abandonar la mesa".

Con menos prevenciones, CC OO, ya ha anunciado su rechazo frontal a los proyectos del Gobierno. Para este sindicato la ausencia más notable es la de una proyección de empleo. En ninguno de los cuadros aparece, ni siquiera como estimación, los empleos a crear con la aplicación de una política económica como la que se propone.

En CC OO cobra fuerza la sensación de que "no se está negociando. Hay una parquedad en los datos preocupante". Y las partidas para inversión generadora de empleo -en esto coincide con la CEOE- "es muy reducida, se diga lo que se diga". Tampoco, según este análisis, se modifica lo suficiente la aportación del Estado a desempleo. Con los 22.000 millones con que se incrementa esta partida en 1985 no bastará para atender las necesidades de cobertura derivadas de compromisos adquiridos el pasado año ni las producidas por el aumento del paro.