Delon 'superstar'
El cine francés sigue manteniendo el sistema de estrellas, popularizándolas, mimándolas, realizando películas a su mejor lucimiento. Sin duda, una buena herencia de aquel cine de Hollywood que también en Europa impuso sus leyes. Ver lo poco que envejece Catherine Deneuve o presenciar un desnudo de Delon son elementos que pueden convocar a un público seguidor de sus estrellas. Lo peor es cuando las películas se limitan a mantener ese fuego, es decir, cuando el resultado del espectáculo es sólo la suma de unas constantes cuyo rendimiento en taquilla ha sido probado. Choque (Le choc) no se esfuerza en mejorar el desarrollo de su historia ni en inventar situaciones que releven de la monotonía general del filme.Ese asesino a sueldo que quiere retirarse de la organización para la que trabaja, y que sólo lo logra superando el sangriento acoso al que le someten sus antiguos jefes, tiene la peculariedad de que sea un frío mercenario al que nada importa la identidad de la persona que mata, el héroe del filme. Choque, aunque no sea novedad, muestra de nuevo la evolución del cine negro desde, que en los años treinta castigara en sus desenlaces a los fuera de la ley, aunque en los mejores filmes del género se profundizara en sus caracteres y circunstancias.
Choque
Director: Robin Davis. Guión: Robin Davis Dominique Robelet, Claude Veillotet y Alain Delon. Música: Philippe Jarde. Intérpretes: Alain Delon, Catherine Deneuve. Francesa, 1984. Aventuras.Locales de estreno: Amaya y Sainz de Baranda.
Choque no lo hace, sino que parte de corsés, de personajes prêt-à-porter, uniformes, sin matices. Y ello a pesar de que los intérpretes den de sí cuanto pueden, concretamente Alain Delon, cada día más seguro en la encarnación de tipos duros, para los que el cine clásico elegía habitualmente actores de rasgos tensos o deformes. Delon, para aumentar la brillantez de su elección, -hombre atractivo en personaje de malo-, fuerza demasiado su hieratismo o quizá sea la impresión que produce la torpe fotografía o los excesivos primeros planos. La puesta en escena no es interesante. Más bien un simulacro de filme moderno, porque imita algunas fórmulas de Jean Pierre Melville, el director que quiso trasladar a Francia el policíaco norteamericano. Choque se ahoga en secuencias sin vida; esporádicamente, y siempre por los actores, surge una luz, pero no hay emoción.
Babelia
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