Chinos y norteamericanos, favoritos en la primera jornada
Las competiciones de los Juegos Olímpicos se ponen hoy en marcha en 12 deportes. La natación, programada en la primera semana, según es ya habitual, acaparará la máxima atención individual, junto a la gimnasia. Cuatro de los nueve títulos en disputa en la primera jornada se decidirán en la piscina McDonalds. El alemán occidental Michael Gross (ver página 44) deberá demostrar su calidad de plusmarquista mundial de los 200, metros libres en la única prueba que se le puede escapar a Estados Unidos. Los gimnastas chinos son favoritos en esta especialidad que comienza con los ejercicios obligatorios, y entre estos y los japoneses estarán las primeras medallas de halterofilia. En las tres disciplinas deportivas, la jornada estará marcada por las notables ausencias de los mejores.
Los norteamericanos aspiran a ganar 20 medallas de oro en natación, aunque la restricción en estos Juegos Olímpicos a dos nadadores de cada país únicamente por prueba, les restará un buen número de otras de distinto metal. Sin la RDA y la URSS, su dominio será aplastante, salvo excepciones. Incluso en la final de 200 metros libres, el plusmarquista Michael Gross, dos metros de estatura y 2,28 de envergadura, tendrá un difícil enemigo en la última revelación estadounidense, Mike Heath. Al ganar los últimos campeonatos dé Estados Unidos y batir el récord nacional, se quedó a sólo 37 centésimas (1.47.92) de la plusmarca de Gross.Al revés que en atletismo, la lucha en natación, con series por la mañana y final directa por la tarde, es contrarreloj individual para estar entre los ocho mejores tiempos sin descuidos. Sólo en la final puede controlarse a los rivales, y a veces incluso se hacen peores marcas que en las series, donde no es extraño que se superen récords. Desde el primer momento hay que nadar a tope. Ni uno solo de los favoritos puede permitirse el lujo de nadar relajado, de pensar que tiene un puesto seguro en la gran final. Manda el cronómetro y no sería la primera vez que un campeón se queda fuera de la final por confiar excesivamente en su suerte.
'La generación perdida'
La impresionante cantera norteamericana parece que vuelve por sus fueros tras declinar a partir de los Mundiales de Berlín de 1978, con la ausencia de Moscú-80 y el fracaso en los siguientes Campeonatos de Guayaquil-82. Puede refrendarlo que el segundo norteamericano en el doble hectómetro y teórica medalla de bronce será Float, porque el ex plusmarquista mundial Gaines (plusmarquista aún de 100 libres, donde sí participará), quedó sólo séptimo en la final nacional.
Gaines, de 26 años de edad, es de la veterana generación perdida que no pudo ganar en Moscú, y ha estirado hasta casi el imposible su carrera deportiva en Los Ángeles. Quienes sí participarán,y como favoritas, en las finales de 400 metros estilos y 100 libres femeninos serán, Tracy Caulkins, plusmarquista de títulos nacionales (50), y Nancy Hogshead, llegada de la modalidad de mariposa. Las ausencias alemanas orientales las ponen en el camino del oro. El segundo gran duelo de la jornada inaugural en la piscina, donde olvidar el griterío de iuesei deberá ser fundamental para los no acostumbrados, se producirá ya entre norteamericanos en los 100 metros braza. Lundquist, todo un personaje típico, intentará ganar el título que perdió en la cita de Moscú y el récord mundial que le arrebató su compatriota Moffet (1.02.13), el otro gran favorito, en los nacionales de Indianápolis.
Lundquist, que se dedicó al esquí acuático tras la frustración Carter y se ha recuperado milagrosamente de un desgarro en el hombro tras una caída, no ha desperdiciado la ocasión de hacer anuncios publicitarios de colonias con bellas señoritas desnudas apoyadas en su robusto torso. El tercero en discordia en esta lucha Moffet-Lundquist será el plusmarquista mundial de 200 metros, el canadiense Victor Davis.
China, en liza
China hará su reaparición olímpica en la gimnasia, donde comienza el concurso masculino por equipos. Ante la ausencia de la URSS , que intentaría tomarse la revancha de los últimos Mundiales de Budapest, su victoria parece asegurada. Li Ning, con nuevos ejercicios en el más dificil todavía de este deporte; Tong Fe¡, una incógnita, pues ha estado lesionado, y Lue Yu son las estrellas de un equipo que había dado otro aire más alegre, que le faltaba tras la explosión femenina, a la gimnasia masculina.
China podría ganar también medalla en la pistola deportiva femenina, una de las dos finales de tiro, por medio de Wen Zhifang, aunque la favorita es la campeona de Europa, la rumana Macovei. En la pistola libre masculina, siempre sin soviéticos (el campeón de Moscú, Melentev, por ejemplo), el veterano sueco de hielo Ragnar Shanaker, campeon olímpico en Munich-72 y triple mundial, es el principal aspirante.
En el peso más bajo de halterofilia, para atletas enanos en gran proporción, muchos de ellos con menos de 52 kilos de peso corporal, el japonés Manabe podrá ganar, en lucha con el chino Junyeng, pero levantará entre 20 y 25 kilos menos que los que hubiera conseguido el búlgaro Terzinski, campeón europeo y mundial. La referencia a este deporte, que tendrá
como escenario el pabellón de la Universidad de Loyola, de los jesuitas, deberá hacerse siempre con los kilos menos que darán las medallas, en ausencia de búlgaros y soviéticos. Japoneses y chinos, en los pesos pequeños, sumarán así éxitos inesperados.
Hípica y ciclismo
Las dos restantes finales del día serán las carreras ciclistas masculina y femenina de fondo en carretera, que se disputarán en Mission Viejo. Los norteamericanos, en alza, por haber traspasado a la competición en los últimos años su afición a la bicicleta, pueden incluso ganar las dos pruebas. Pero siempre hay que esperar la aparición del astuto italiano de turno para aprovechar una escapada buena y un sprint decisivo. Y todo ello, en ausencia de los grandísimos favoritos, los soviéticos, que saldrían con su gran figura Soukho a la cabeza, vencedor en Moscú de la reciente Carrera de la Paz, el Tour del Este, y de los alemanes orientales, con Raab (campeón mundial en 1983), Boden (de la Carrera de la Paz-83), Drogan o Ludwig (vencedor del Tour del Porvenir también en 1983).
En mujeres, la devaluación apenas se notará, pues la fuerza soviética se reduce a las pruebas en pista, que comenzarán al día siguiente en el velódromo de Dominguez Hills, ya arreglados los defectos de su cemento.
En los otros deportes que comienzan, la hípica tendrá la prueba de doma en el concurso de tres días, y el pentatlón moderno, la primera de sus cinco especialidades, precisamente el recorrido a caballo. En voleibol sólo destaca el China-Japón masculino, con ventaja nipona actualmente en hombres, mientras que el fútbol se jugará casi en familia, porque la gente de aquí, en este caso con toda la razón, dado el ridículo nivel olímpico del soccer, seguirá deleitándose con los Dodgers locales, los Braves de Atlanta o los Reds de Cincinnati, e incluso con el béisbol de exhibición olímpico.
En boxeo, por último, se celebran los primeros combates sin que los norteamericanos tengan el aliciente de ganar sus muchos títulos ante cubanos y soviéticos. Toda la jornada, como sucederá a lo largo de los JJ OO, inevitablemente estará llena de alicientes perdidos.
El penúltimo susto
Mientras preparaban algunas de estas competiciones y las que seguirán a esta primera jornada, los atletas se enteraron de que uno de los autobuses que transportaba a algunos compañeros a las instalaciones fue tiroteado, el pasado viernes al mediodía. Pese a que la policía le quitó hierro al tema e informó que los impactos se produjeron en la puerta delantera del vehículo sin ocasionar heridos ni siquiera detener la marcha del autobús, lo cierto es que algunos deportistas empiezan a sospechar que, en cualquier momento, puede repetirse un hecho similar. Tras la matanza de la hamburgueseria McDonalds y el atropelló de Westwood, los responsables de la seguridad han acentuado todavía más su preocupación y extremado todas las medidas que, desde hace bastantes días, se cumplen en su totalidad.
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