Los fascículos y libros de quiosco venden 20.000 millones de pesetas al año

El sector del fascículo y del libro de quiosco produce anualmente ventas por valor de 20.000 millones de pesetas con un total de 130 millones de ejemplares editados y 140 series vivas que actualmente se comercializan en estos puestos, según manifestó Julián Viñuales, director de una de las editoriales especializadas en este tipo de publicaciones.

Viñuales, que participó en el encuentro La edición, hoy, celebrado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, destacó las coordenadas económicas del sector y reivindicó el fascículo y el libro de quiosco como un tipo de edición no inferior a otras.

"Los lanzamientos de fascículos ayudan a promover ventas por los canales tradicionales", afirmó Viñuales, y la edición de determinados temas produce una elevación cultural del lector no habituado a frecuentar librerías, si bien precisó que, últimamente, algunas ediciones son adquiridas por los asiduos clientes de librerías.

Ilustraciones y cubiertas

Destacó que, el fascículo y el libro de quiosco están más cerca de los diarios y las revistas que otras iniciativas editoriales. La importancia de la ilustración "no sólo como elemento estético, sino incluso pedagógico" y del diseño de cubierta para favorecer una fácil identificación, son otros dos aspectos diferenciadores de este tipo de edición.La saturación del mercado y la concurrencia de series muy similares han producido, en opinión del conferenciante, la caída de venta de algunos fascículos, por lo que insistió en la necesidad de que los editores procedan a estudiar "de forma atinada la competencia, evitando la coincidencia de temas y fechas en el lanzamiento de series de fascículos".

La impresión de que el editor de éstos puede realizar su lanzamiento con escasos fondos es, a juicio del conferenciante, "una verdad a medias", ya que ello depende del éxito inicial que obtenga. Estimó en 100 millones de pesetas el mínimo de capital necesario para mantener una edición en el mercado. Afirmó que "es un error bajar la calidad de la edición para abaratar costes, porque lo único que se consigue con ello es hipotecar el prestigio del sello editorial". La crisis económica general que, en opinión del conferenciante, incide en mayor medida sobre el sector editorial, puede conducir a recortes presupuestarios, pero nunca "cayendo en la trampa de ser esclavo del plan financiero, porque nuestra función es la de editar y vender libros".

Viñuales señaló de dificultad con que se encuentran los editores para lograr temas a abordar en la edición de fascículos, "porque todo está descubierto, pero en cambio sí es posible encontrar nuevos enfoques, nuevos tratamientos de temas tradicionales.". Asimismo manifestó que es necesario "evitar una línea editorial muy competida, aunque es frecuente que cuando una tiene éxito se produzca el fenómeno de los editores que yo llamo vagonetas, en su doble sentido, porque son vagos mentales y porque no desarrollan la función de locomotora en cuanto a nuevas iniciativas".