La CEE, de vacaciones
La Comunidad Económica Europea no está en suspensión de pagos. ( ... )La Comunidad, se dice, tiene recursos suficientes para hacer frente á sus gastos hasta noviembre. Después deberá espabilar si quiere evitar el ridículo de una política agraria común en suspenso.
Tras la reforma de la política agrícola común acordada el 31 de marzo último, después de los acuerdos de Fontainebleau, donde los 10 jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a "asegurar el funcionamiento normal de la Comunidad", en 1984, no hay nada nuevo. No es inocente que sea Londres quien insista en exigir economías en el sector agrícola. Rebajar las garantías de los ocho millones de productores agrícolas de la Comunidad es una vieja ambición del Reino Unido, el menos afectado social y económicamente. Lo que prueba que la reforma emprendida después de abril, con la reducción de producción lechera, es insuficiente a sus ojos.
Si el tema del presupuesto europeo es un retroceso con respecto a las conclusiones de Fointainebleau, cabe un segundo retroceso. El 24 de febrero por la tarde, los representantes de los diez y los de España levantaron acta de un auténtico fracaso. Las negociaciones para la adhesión de España a la Comunidad, prevista para el 1 de enero de 1986, corren el riesgo de no estar terminadas para el 30 de septiembre próximo, como habían acordado los diez.
Al parecer, los negociadores españoles se han echado atrás en los compromisos que permitirían a los diez terminar cuanto antes. El contencioso abarca no sólo los períodos de transición para los productos agrícolas, sino también para los industriales, sobre todo en sectores considerados delicados, como el del automóvil.
Presupuesto y ampliación; la Comunidad parece estar de vacaciones Las medidas concretas para dar una imagen moderna de Europa -pasaporte europeo, supresión de controles fronterizos- no son nada comparadas con la losa de plomo que representa el laberinto de la contribución británica. Un asunto apenas aclarado y otro imprevisto que siguen dando una imagen negativa de Europa.
, 26 de julio de 1984
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