Maravall dice que no tiene sentido contraponer autonomía y reforma

El ministro de Educación y Ciencia, José María Maravall, presidió ayer la primera reunión del Consejo de Universidades, cuya constitución oficial tuvo lugar en el salón de actos del antiguo Instituto Nacional de Ciencias de la Educación. Con este motivo, el ministro dijo que "carecería de sentido escudarse en la autonomía universitaria, que hasta ahora no ha existido, para oponerse a la reforma que la ha instaurado".

El ministro, que es el presidente del nuevo órgano máximo de coordinación y planificación de las universidades establecido en la ley de Reforma Universitaria (LRU), calificó su constitución de "paso transcendental en la implantación del principio de autonomía universitaria". Entre las tareas que aguardan al Consejo, Maravall ponderó la de asegurar los objetivos de la reforma plasmados en la ley y la de garantizar el correcto funcionamiento de las universidades, en el respeto a su autonomía.La LRU atribuye al Consejo de Universidades las funciones de "ordenación, coordinación, planificación, propuesta y asesoramiento" en enseñanza superior. Lo componen los rectores de universidades públicas, los consejeros de Educación de las comunidades autónomas con competencias en enseñanza superior y 15 consejeros designados por el Congreso, el Senado y el Gobierno.

Profesores 'no idóneos'

Por otra parte, los profesores que han sido rechazados por las comisiones evaluadoras de las pruebas de idoneidad establecidas en la LRU se han constituido en una Coordinadora Nacional de Profesores 'No Idóneos'.Esta coordinadora hizo público ayer un documento en el que se denuncia la contradicción que representa el elevado número de profesores rechazados por no idóneos, según la terminología de la ley, a pesar de que la mayoría de ellos lleva muchos años desempeñando tareas de la máxima responsabilidad en la Universidad y ha acudido a las pruebas con los informes más favorables de sus centros.

Los profesores rechazados acusan de arbitrariedad a los tribunales que los han evaluado y destacan, entre otras numerosas y presuntas irregularidades, la extrema rapidez con que han actuado algunas comisiones y la dispar puntuación otorgada a los distintos autores de un mismo trabajo de investigación realizado y firmado conjuntamente.