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EDUCACIÓN

Tres estudiantes de Salamanca piden millones de indemnización por suspensos que creen injustos

Tres alumnos de quinto curso de Filosofía de la Universidad de Salamanca han presentado recursos de reposición previos al contencioso administrativo contra la calificación final otorgada por tres profesores del departamento de Metafísica. Los alumnos suspendidos, que cuentan con un expediente brillante en el resto de las asignaturas y cursos, piden indemnizaciones de cinco, tres y dos millones de pesetas, y han solicitado su traslado a las universidades de Santiago, San Sebastián y Oviedo.

Los alumnos son Manuel Liz, Margarita Vázquez y Susuna Estrada, y los profesores, Mariano Álvarez -jefe del departamento-, José Luis Rodríguez Molinero y María del Carmen Paredes. En cuanto las autoridades académicas conocieron la presentación del recurso, el decano de Filosofía y Ciencias de la Educación, Cirilo Flórez, y el vicerrector, Vicente González, ordenaron a los profesores implicados que se presentaran en Salamanca, ya que habían salido de la ciudad antes del día 10, cuando finalizaba el período lectivo.Una de las primeras resoluciones de la universidad ha sido acceder, "porque tienen derecho a ello", a que los alumnos puedan revisar sus exámenes en presencia del decano y otras autoridades. "Lo demás seguirá su curso administrativo, aunque queremos que se resuelva inmediatamente, y los servicios jurídicos de la Universidad van a emitir su dictamen en esta próxima semana", explicó Vicente González.

Por su lado, el decano de la facultad reconocía la existencia de, al menos, un hecho anormal: "Estadísticamente es cierto que la cifra de aprobados ha variado con relación a otros años", refiriéndose a que, de los 35 alumnos del curso, los aprobados este año no llegan a 10, mientras en cursos anteriores esta cifra era la de suspensos.

Los alumnos suspendidos alegan en sus escritos de recurso que la calificación de los profesores del departamento de Metafísica obedece a una rotunda arbitrariedad, y acusan a los enseñantes de haberse jactado públicamente, desde principio de curso, de que iban a suspender a este grupo, formado por excelentes alumnos, según la opinión de otras personas consultadas vinculadas con la universidad.

Los estudiantes se sienten perjudicados directamente, ya que tenían preparadas sus tesinas para leerlas una vez finalizado el curso, y estaban pendientes de obtener becas de investigación, que no han podido conseguir como consecuencia de estos suspensos. Además, denuncian otras posibles irregularidades relacionadas con los programas y con la asistencia de los profesores a clase.

Los profesores de este departamento -a los que no se ha podido localizar a lo largo de una semana- "rechazan que exista animadversión contra los alumnos", ha explicado el vicerrector, quien aceptaba la posibilidad de que en caso necesario se rectifiquen las actas. A ello añadió que, de todas formas, es muy fácil para un profesor justificar un suspenso.

Vacío legal

Esta consideración del profesor González Martín es uno de los factores que influyen en la sensación de indefensión de numerosos alumnos. A ello se añade otra dimensión del problema reflejada en otras palabras del mismo vicerrector: "A estos y otros profesores de la facultad les ha parecido muy mal que los alumnos se hayan dirigido a la Prensa inmediatamente después de presentar el recurso, cuando el caso se encontraba sub judice".Según el abogado que se ha encargado de la asesoría de los alumnos de Filosofía, "es muy difícil que ellos consigan algo", pese al perjuicio personal que les ha supuesto. Sin embargo, este hecho "debe servir para testimoniar la ausencia de una regulación que controle las decisiones de los profesores".

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