Ernesto Cardenal acusa al Papa de hacer política al criticar la expulsión de 10 religiosos
El ministro de Cultura de Nicaragua, el sacerdote Ernesto Cardenal, afirmó ayer en Santo Domingo que el papa Juan Pablo II asumió a postura política cuando condenó al régimen sandinista por la expulsión, el pasado lunes, de 10 sacerdotes extranjeros, entre ellos cuatro españoles, informa la agencia Efe desde la capital dominicana. Ayer, por segundo día consecutivo, el diario opositor La Prensa no salió a la calle por problemas de "excesiva censura", según su director, Pedro Joaquín Chamorro, quien aseguró que "casi el 90% del material para la información del día fue prohibido".
Cardenal justificó la expulsión de los 10 religiosos católicos -el último de los cuales, el canadiense Benito Laplante, abandonó Nicaragua en la noche del miércoles- al decir que todos los extranjeros tienen prohibido en Nicaragua, como en cualquier país, inmiscuirse en la política interna, motivo por el cual el Gobierno sandinista les retiró sus permisos de residencia. Añadió que el papa Juan Pablo II es el sucesor de san Pedro y representante de Cristo en la Tierra, pero que eso no le exime de adoptar posturas políticas, como cualquier otra persona, y estar, por tanto, "sujeto a errores".
Disentir del Papa
El ministro sandinista afirmó que puede disentir del Papa en materia política "y en muchas otras cosas", que no especificó. Cardenal añadió que san Pedro dijo que los cristianos están unidos en el bautismo y en el cristianismo, "pero no en una posición política y en un solo partido". El ministro consideró que hay cristianos revolucionarios, liberales y reaccionarios que están a favor de los explotadores y en contra de los que padecen hambre y sed de justicia. En este sentido, dijo que la Iglesia debe oponerse a toda injusticia, opresión y dictaduras contra el pueblo, sin importar el régimen que lo practique, sea de izquierdas o de derechas. Añadió que un sistema socialista puede corromperse, porque es humano, y recordó las experiencias de la Iglesia al cometer crímenes e injusticias durante el período de la Inquisición.Por otra parte, según informa Efe desde Brasil, las autoridades de este país han recusado la visita del dirigente sandinista Sergio Ramírez, ante la situación interna "extremadamente compleja" por la que atraviesa Nicaragua.
