Inesperado apoyo de la CEE a las tesis españolas en la Conferencia Mundial de Pesca

La Comunidad Económica Europea (CEE) aceptó ayer en Roma, por primera vez y de forma pública, las tesis españolas que vinculan "el acceso a los recursos pesqueros y el acceso a los mercados en las relaciones entre Estados desarrollados". Este radical giro en las posiciones comunitarias, que ha sorprendido gratamente a la delegación española, ha coincidido con otra importante noticia para nuestro país: una decena de naciones apoyan ya la iniciativa de India y China para dar una expresión formal -un Día Mundial del Pescador- a las sugerencias del rey don Juan Carlos.

El Monarca español, en la inauguración de la Conferencia Mundial de Pesca de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), invitó a los delegados de las 154 naciones presentes a rendir reconocimiento y homenaje a los verdaderos protagonistas -los pescadores- de esta sacrificada actividad económica.En la comisión que estudia la estrategia para la ordenación y el desarrollo de la pesca surgió ayer la sorpresa del congreso mundial. La CEE, presionada según todos los indicios por la República Federal de Alemania, se alineó con las tesis españolas en la vinculación del acceso de los mercados domésticos de pescado a las facilidades para faenar en sus aguas que otorguen los países potencialmente proveedores. Este cambio de postura reviste especial importancia, dado que la pesca es uno de los temas más conflictivos en las negociaciones de integración de España al Mercado Común.

De hecho, han sido periódicos los conflictos entre España y la Comunidad en tomo a las importaciones de pescado de los diez por parte de nuestro país.

Canadá y Estados Unidos, radicalmente opuestos a estas tesis, se vieron privados por primera vez en este tema del apoyo de la CEE. Canadá exigió el libre acceso a los mercados nacionales como paso previo a cualquier consideración sobre el acceso a sus aguas de flotas pesqueras de terceros países. Estados Unidos, con mayor pragmatismo, argumentó razones contra el proteccionismo y a favor de la libertad de comercio mundial para oponerse a la propuesta española.

La URSS y el bloque de países socialistas se opusieron también a esta propuesta por entender que, conforme al nuevo derecho del mar, no podía vincularse el acceso a bancos de pesca con el comercio de estos productos.

El delegado español en esta comisión, José Luis Meseguer, replicó a las tesis de Canadá y Estados Unidos indicando que España no puede admitir que se arbitre la libertad de comercio para el pescado cuando se acaba de perder la libertad tradicional para faenar libremente en los mares. La enmienda española ha sido incluida en el texto de la comisión y tiene grandes posibilidades de ser refrendada por el pleno de la Conferencia Mundial de Pesca.

Un difícil desafío

Por otra parte, según datos de la FAO, la población mundial demandará a muy corto plazo, 15 años, 100 millones de toneladas de pescado para el consumo humano. Esta cifra, que representa casi duplicar las capturas destinadas a tal fin en la actualidad, constituye una meta dificil de alcanzar -la producción de pescado se encuentra prácticamente estancada desde la década de los sesenta- frente a este desafío, la mayor conferencia del mar de todos los tiempos va a aprobar esta semana cinco programas de desarrollo pesquero por un importe anual de 15,6 millones de dólares (2.500 millones de pesetas), un presupuesto ciertamente exiguo.

La producción mundial en 1981, últimas cifras de que se dispone, se situó en 74,8 millones de toneladas, de las que el 70% se destinaron a consumo humano y el resto a harinas y aceites de pescado para piensos y usos industriales. Las capturas apenas aumentaron un 0,3% con respecto al ejercicio precedente.