Entrega de los Emboques de Oro a Paloma O'Shea y Jesús Polanco

La pianista Paloma O'Shea y Jesús Polanco, presidente de la empresa editora de EL PAÍS, recibieron anoche los premios Emboque de Oro 1984, que desde hace tres años concede la Casa de Cantabria en Madrid. El tercer premiado, el jugador de golf Severiano Ballesteros, recogerá su galardón en diciembre, ya que sus compromisos deportivos le impidieron estar anoche con las 250 personas -entre ellos, el presidente de la comunidad cántabra, Ángel Díaz de Entresotos- que se reunieron en los jardines de Cecilio Rodríguez, del parque del Retiro de Madrid.El emboque significa la jugada máxima que se puede realizar dentro del juego de los bolos, deporte ancestral por excelencia en Santander. Esta jugada máxima o maestra, aplicada a cualquier actividad profesional de los montañeses que residen fuera de su tierra, es lo que premia la Casa de Cantabria.

Siguiendo con estos criterios, en la pianista Paloma O'Shea (ella nació en Bilbao, aunque se considera santanderina) se ha querido destacar su labor de mecenas con el concurso internacional de piano que lleva su nombre. En Jesús Polanco se premia su labor de difusión cultural en general y, en particular, las realizaciones "de alto nivel y de gran prestigio" hechas por la Fundación Santillana. De Severiano Ballesteros se destaca su labor como deportista y una de las primeras figuras del golf.

Paloma O'Shea se encontraba anoche totalmente feliz con el premio y porque el día anterior había sido nombrada académica correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. "Me hace mucha ilusión", dijo refiriéndose a la concesión del emboque, "porque, en realidad, se premia el concurso. Soy una loca de la música y me dedico por entero a ella". ¿Se ha encontrado con muchas dificultades para sacar adelante sus proyectos? "No muchas, porque he conseguido muchas ayudas, pero me he tenido que ocupar de todo personalmente. Estoy muy satisfecha porque los premiados consiguen la oportunidad maravillosa de dar una gira mundial. Y eso, conociendo las dificultades del mundo de la música, es muy importante".

Jesús Polanco empieza diciendo que, al menos en su caso, no cree que se premie ninguna jugada maestra. "Me agrada mucho el premio", dice, "porque es una forma simpática de que nos podamos reunir todos con el pretexto de decir que se premia esto o lo otro. Pero lo realmente importante es el encuentro de los que aquí estamos".

En las anteriores ediciones, los premios han correspondido al Jugador Gento, al dibujante Peridis, la escritora Elena Quiroga, y a Víctor Merino, por su labor gastronómica.