Los 'niños de la guerra'
Soy una de las ex niñas de la guerra enviadas a la URSS a quien entre vistó su redactora Inmaculada de la Fuente, y en relación con la carta de la señora Pericacho, de fecha 10 de junio del presente, considero necesario decir lo siguiente: o la señora Pericacho no entendió nada del artículo en cuestión, o deliberadamente tergiversa su contenido. En ese artículo, lo mismo que en la entrevista sostenida con De la Fuente, en ningún momento mostramos ingratitud por la acogida que nos dieron a los niños evacuados a la URSS, ni negamos el "beneficio recibido". Tampoco nos negamos a devolverlo: todos nosotros, los que regresamos en estos últimos años, hemos trabajado durante muchos años en la URSS honradamente, procurando de ese modo devolver en alguna medida lo recibido en ese país. Pero el artículo no trata en absoluto de ese tema, sino de la situación en que nos encontramos a nuestro retorno a la patria. La señora Pericacho cita mis palabras: "Una pensión por los sufrimientos padecidos es lo que tendrían que darnos", interpretando la expresión sufrimientos a su modo, pues yo no me refería a lo que ella supone. Soy tan consciente como la señora Pericacho de que las calamidades de la guerra las sufrimos en común con todo el pueblo soviético. Pero creo que mostrando buena voluntad no es difícil entender que nuestra suerte fue realmente trágica y que hemos sufrido la larguísima ausencia de la patria, de nuestros padres y hermanos, a los que muchos ya no alcanzaron a ver nunca porque se murieron antes del posible reencuentro. Vivimos largos años esperando el retorno porque los soviéticos nos educaron como españoles, y españoles nos sentíamos. La señora Pericacho también se sentía española en la URSS y añoraba la patria, puesto que se decidió a regresar incluso en la época de Franco.¿Por qué la señora Pericacho no cita en su carta las palabras que son la esencia de todo el artículo?: "El problema no está allí, sino aquí". Repito que nuestro único deseo al concederle la entrevista a EL PAIS era dar a conocer a la opinión pública española los problemas con los que nos hallamos aquí, a nuestro retorno, la indiferencia y el desentendimiento por parte de las autoridades españolas para con nosotros. Y creo que eso queda patente en el comentado artículo.
Para terminar, quisiera preguntarle a la señora Pericacho por qué no publica ella una "versión seria y exenta de connotaciones políticas sobre nuestra estancia en la URSS". Los retornados en estos años de democracia por el momento tenemos que resolver problemas tan apremiantes como el del diario sustento.-
Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.