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El problema pendiente de la contribución británica

Andrés Ortega

La suerte de la cumbre europea que se abrirá en Fontainebleau (Francia) el 25 de junio dependerá, una vez más, de una solución al problema de la contribución británica al presupuesto de la CEE. Pero, para el jefe de la diplomacia británica, sir Geoffrey Howe, "son necesarios progresos antes de la cumbre". En realidad, la clave la tiene ahora'el presidente francés, François Mitterrand.Howe hizo ayer una auténtica profesión de fe comunitaria, declarándose partidario de un relanzamiento de la CEE a través de nuevas políticas económicas, comerciales y tecnológicas -lo que quiere Mitterrand con palabras más grandiosas-, y no limitando la CEE a una zona de libre cambio. Howe propuso que "se exploten las zonas en las que la acción comunitaria es más eficaz que la nacional", y sugirió que una de las tres cumbres anuales se celebrase a nivel informal. Pero todo ello parte de la base de que antes hay que resolver "el paquete de Stuttgart, que incluye el problema británico.

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Los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE abordaron estas cuestiones formalmente en su cena del lunes, y luego en contactos bilaterales que se proseguirán en los próximos días. Howe aseguró que Londres está dispuesto a aceptar un cheque de devolución de la contribución británica que se sitúe a medio camino entre lo que pedía antes y lo que se le ofrecía. Pero insistió en la necesidad de "un esfuerzo de compromiso" por parte de todos, añadiendo que "algunos de nuestros socios se muestran muy receptivos".

¿Querrá François Mitterrand, como presidente de esta cumbre, dar el primer paso y avanzar algo? Ésta es la gran incógnita. Mitterrand enviará esta noche una carta a los otros nueve para explicar sus intenciones de cara a Fontainebleau. El pesimismo, ya sea alemán, italiano o de otra nacionalidad, está a la orden del día. Todo, incluida la adhesión de España, depende ahora, pues, de un solo problema. Y para los que dudan, Howe se sumó ayer con estas declaraciones a la construcción de la Europa a dos velocidades, si éste es el futuro. Lo que rechaza es el pasado.

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