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Visita a España del director general de la Unesco

Conflictos en todas las direcciones

Los problemas que aquejan a la Unesco, agencia de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, son sustantivos y adjetivos. Los sustantivos hacen referencia al organigrama, los medios y los fines`de la Unesco. Entre estos tres vectores se han denunciado desproporciones relativas a la distancia entre los ambiciosos programas de la agencia y el presupuesto de 374 millones de dólares (más de 56.000 millones de pesetas) con el que cuenta.Una inflada nómina de funcionarios de numerosas nacionalidades y unos criterios de selección y promoción cuestionados, componen la base orgánico-administrativa del problema.

Además, la elección de los objetivos de la Unesco va precedida por una opción sustancialmente ideológica, que ha de hacerse sobre la disparidad de intereses de los 161 Estados miembros, cada uno de los cuales cuenta con un solo voto.

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El director general de la Unesco explicará en Madrid la crisis de su organización

El veto no existe. Las grandes potencias, formalmente, tampoco, pero sí existen las profundas fisuras ideológico-políticas que las escinden, no sólo en la dirección Este-Oeste, sino también en el rampante litigio NorteSur.

Entre los problemas adjetivos se cuenta el derivado de su politización exterior. Así, la llamada crisis de la Unesco ha seguido un curso casi milimétricamente superpuesto al deterioro de las relaciones entre la Unión Soviética y Estados Unidos en los foros de Ginebra y Viena, de negociación respecto al desarme.

Sobre problemas administrativos e ideológicos reales, como el del polémico nuevo orden informativo mundial, Estados Unidos argumenta, en boca de su embajadora Jean Gerard, que paga la cuarta, parte del presupuesto de una Unesco cuyas decisiones ni controla ni neutraliza, en medio de una hostilidad creciente.

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Sabido es el horror de la política soviética ante la ausencia de interlocutores. Por ello, el anuncio estadounidense de abandonar la Unesco se ha convertido, además de todo, en un arma política disuasoria, orientada a hacer plegarse a la URSS en otros foros.

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