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Búsqueda de la vanguardia escénica en un seminario sobre la escritura teatral y los nuevos autores

"¿Por qué no está aquí un chaval de 18 años que nos mande a todos a paseo?". La ausencia de ese díscolo muchacho por el que se preguntó el dramaturgo Alberto Miralles fue interpretada como la ausencia de la vanguardia entre los asistentes al seminario que, bajo el título La escritura teatral a debate, ha organizado el Centro de Nuevas Tendencias Escénicas del Ministerio de Cultura. El seminario, en el que participan alrededor de 80 personas, se prolongará hasta mañana, miércoles.

La primera jornada, dedicada a debatir la situación del teatro español, y más concretamente la escasa cosecha de la última década sirvió para recoger las causas reales y posibles de la sequía del panorama actual en el coloquio que siguió a las intervenciones matutinas, protagonizadas por Moisés Pérez Coterillo,, Alberto Miralles, Rudolf Sirera, Josep M. Benet y Manuel Lourenzo.El pasto del debate fue servido por los ponentes, quienes contaron su vida teatral dando un repaso histórico a las dos últimas décadas escénicas, haciendo hincapié en todo aquello que pudiera servir para, explicar la sequía actual, de la que todos coincidieron en señalar que se salvan conocidos grupos que han desarrollado su labor creativa en Cataluña.

Las raíces comunes de los participantes -la edad media de todos ellos. está en torno a los 40 añosestán en el teatro independiente, y esa fiorma de expresión poco tiene que decir ya al público. Javier Lorenzo, de 40 años, destacó en el coloquio esta procedencia común y añadió que todos ellos han pasado o están pasando por casi todos los puestos. "Hemos abierto salas, hemos sido actores, hemos dirigido y ahora muchos están en despachos oficiales, pero ahora hay creadores teatrales que no han conocido el franquismo como nosotros. ¿Dónde están? ¿Qué viene después de lo que hemos hecho?''.

Ausencia de las vanguardias

Ángel Alonso afiadió más preguntas sin respuesta inmediata al asegurar que el problema no estaba en la edad sino en las formas de trabajo. "Para mí está clarísimo que un autor cerrado en su casa y trabajando en solitario no puede participar en la vanguardia teatral. Y quiero decir que esta reunión -la mayor parte son autores teatrales-, es la expresión de una escala de valores que debe desaparecer. Aquí no está la vanguardia. La vanguardia está en lo que hacen Els Joglars, Els Comediants, Dagoll-Dagom o La Cubana. Ninguno de estos grupos tiene un autor. En ellos no hay labor dirigista ni de control. Y, casualmente, ninguno de ellos está aquí".Guillermo Heras, director del Centro de Nuevas Tendencias Escénicas, autor y actor procedente del grupo Tábano, mostró su total desacuerdo con Alonso. "No hay que caer en clichés", advirtió de entrada, "porque los que estamos aquí somos los que estamos escribiendo teatro. Alonso está mal informado, porque Albert Boadella, de Els Joglars, viene mañana (por hoy) al seminario. De los otros grupos que ha mencionado, no vienen porque sus actividades se lo impiden. Creo que lo que hay que hacer es compatibilizar todo el teatro de investigación, y para eso estamos todos aquí".

Teatro militante

El valenciano Rudolf Sirera, de 36 años, autor de una treintena de obras de las que ha estrenado 14, puede ser el prototipo de autor cuya creación ha vivido a fondo las últimas décadas artísticas, tal como detalló en su ponencia de ayer, donde aseguró que su etapa creativa creció al abandonar el teatro militante y agresivo, que tuvo un papel fundamental en un momento determinado."La visión del mundo y de las cosas está ahí, y el autor debe enfrentarse a ellas con un compromiso personal, pero sin servidumbres. Yo las he sufrido durante mucho tiempo. Una- de ellas ha sido el anticatalanismo de mi propia ciudad, Valencia. Yo escribo toda mi obra en catalán y eso me ha supuesto el vacío de algún sector. Además, se te exigen cosas que luego no se apoyan", añade, "porque la izquierda no tiene tradición teatral y nuestra generación tiene una formación cinematográfica. ¿Qué ocurría? Que escribíamos para unos pocos porque el público con tradición teatral, el de derechas, iba a ver otra clase de obras".Sirera añade que lo que él quíere es conectar con el mayor número posible de público. "Como todos, porque las obligaciones políticas de los años del franquismo ya no tienen sentido. Se escribe de todo y para todos, nunca para las minorías. Lo que luego ocurre es que hay propuestas teatrales que son seguidas por unos pocos".

¿Para qué puede servir un encuentro como éste? Sirera no acaba de verlo muy claro. "Se dramatiza mucho. Todo se ve horrible y no están las cosas tan mal. No hay que ser depresivo. A mí en particular los coloquios de estas características me producen la impresión de que se hacen con temas moribundos donde todos nos reunimos para dramatizar. No sé, pero no creo que sea para tanto".

Ponentes

La búsqueda de la vanguardia teatral prosigue hoy con un debate titulado Otrasfonnas de ser autor, en el que intervendrán Miguel Alarcón, Albert Boadella, Guillem-Jordi Graells, José Sanchis Sinisterra y Etelvino Vázquez. Por la tarde, la discusión girará en torno a la profesión del escritor teatral. Miguel Alonso, Ignacio Amestoy, Manuel Martínez Mediero y Francisco Nieva serán los encargados de las correspondientes ponencias que preceden al coloquio. Mañana, miércoles, los asistentes al seminario dialogarán sobre las vías de colaboración entre los autores y la Admirtistración.

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