'América, América'
Buenos Aires es la ciudad más grande de Galicia. No es cómputo exagerado decir que allí viven medio millón de gallegos, a la vista de estadísticas que cifran en 1.117.136 los emigrantes que entre 1911 y 1965, generación tras generación, salieron para los países de ultramar, en un éxodo que envejeció Galicia hasta el tuétano."El gallego no protesta, emigra", dejó escrito Castelao en una lámina conmovedora. Cansados del pan negro y de la autofágica patria, buscaron su particular Eldorado, en una diáspora que se iría curtiendo en triunfos y fracasos, épica y desengaño, múltiples y entrañables huellas que han creado carácter y leyenda, a veces de galanura, otras de llorativa.
En la larga noche de piedra, parte de la intelectualidad gallega creyó ver en la Galicia emigrante el paraíso irrealizable en la propia tierra. Con esa imagen utópica se fue Celso Emilio Ferreiro y acabó escribiendo un patético canto desmitificador, el Viaxe ao país dos ananos (Viaje al país de los enanos). Desde otras vivencias distintas, autores como Luis Seoane y Neira Vilas glosaron la epopeya de paisanos entregados en cuerpo y alma a los ideales de emancipación.
Uno de los principales poetas gauchescos, El Viejo Pancho, era José Alonso, de Ribadeo. Poeta paraguayo de los grandes fue el gallego Victoriano Abente. Por Cuba luchó Pablo Insua, al que Martí llamó "héroe gallego de Nueva York". Fundador del Partido Socialista Cubano fue Juan Arévalo, de Oleiros. Y en Cuba manda hoy Fidel, de los Castro de Láncara, en Lugo. Artífices del movimiento sindical fueron Santiago Iglesias, que fundó el Partido Socialista en Puerto Rico, y Adrián Troitiño, relevante sindicalista en Uruguay.
Hijo de gallegos era también Bernardino Ribadavia, el primer presidente de Argentina. Y nieto de Galicia es el actual, Raúl, de los Alfonsín de Casaldernos. Nunca olvidar6n los orígenes, pero sus venas son ya las de América Latina.
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