Tierno califica al presidente argentino de "honesto, coherente y tenaz en sus principios"

El presidente argentino, Raúl Alfonsín, recibió ayer la llave de oro de Madrid en un acto al que el protocolo, los maceros, lanceros y guardias con penacho no restaron ni un gramo de calor y aire de fiesta. En la sala de juntas de la Casa de la Villa, el alcalde de Madrid, Enrique Tierno, pronunció un discurso profesoral para dar la bienvenida a Alfonsín, al que calificó como "político honesto, coherente y tenaz en sus principios, humanista de fina cultura y jurisconsulto notable".Era mediodía cuando el cortejo de lanceros del regimiento de la Guardia Real llegaba desde el palacio Real hasta el Ayuntamiento escoltando el Rolls Royce negro en el que viajaba el presidente argentino. Tierno le recibió en la puerta y le acompañó a pasar revista a los jinetes de la Policía Municipal que, junto a una banda de música, rendían honores.

Sonrientes, Tierno y Alfonsín se desviaron para saludar a un nutrido grupo de argentinos que aplaudía y lanzaba gritos más entusiastas aún que los del resto de los espectadores. El alcalde confesó luego que no había relatado chanza alguna al presidente argentino y que sólo le puso al día de las "antiguallas" del protocolo. "Los chistes los dejo sólo para ocasiones especiales. Cada cosa en su tiempo y los nabos en Adviento", añadió.

Dentro ya de la Casa de la Villa, el alcalde presentó a Alfonsín a los componentes de la corporacion municipal. Luego, en la sala de juntas, Tierno leyó pausadamente su discurso antes de entregar las llaves de oro de la ciudad. Haciendo referencia al problema creado en Argentina por el alto volumen de su deuda externa, el alcalde afirmó que, "en nuestros días, los grandes poderes, a través de los grandes créditos, acaban debilitando y llevando a la impotencia, o al borde de la impotencia, a los poderes menores, no atendiendo al principio esencial de solidaridad internacional". Alfonsín respondió con un discurso improvisado en el que dijo haber llegado a Madrid "trayendo espiritualmente a los muchos madrileños que viven en mi patria".

Después de saludar a los asis tentes y tomar unos vinos,Tierno acompañó a Alfonsín a su despacho para que éste descansara y po der charlar a solas. Finalmente, la comitiva deshizo su camino, volviendo el presidente argentino a su residencia del palacio de El Pardo, donde almorzó en la intimidad. Por la tarde, después de firmar el comunicado final y asistir a la conferencia de prensa, Alfonsín acudió a una reunión en el Instituto de Cooperación Iberoamericana.

La jornada finalizó con una cena de gala en el palacio de la Moncloa. Hoy, a las 11 de la mañana, los Reyes despedirán en el aeropuerto de Barajas al presidente Alfonsín, que sale para Galicia en visita privada.