El recorte en los pagos por desgravación fiscal a la exportación será general y del 15%

El proyecto gubernamental de ahorrar 22.200 millones de pesetas en lo que resta de año y 52.000 millones de pesetas durante 1985 en los pagos por desgravación fiscal a la exportación ha sido modificado. Tras las numerosas reacciones adversas a una medida diseñada como selectiva, la Administración ha decidido darle carácter general y reducir dicha "devolución" de impuestos interiores en un 15%, si bien mantiene los recortes adicionales pensados para siderurgia, textiles y libros. Pero también conserva los objetivos recaudatorios; iniciales, aunque concebidos como un sacrificio que han de soportar todos proporcionalmente.

Las presiones suscitadas por el primer proyecto, uno de los preparados por el Gobierno para reducir el déficit público este año en 300.000 millones de pesetas, llevaron hace dos semanas al aplazamiento sin fecha de la Junta Consultiva de Ajustes Fiscales en Frontera, que debía informarlo. Convocada de nuevo la reunión, la Administración ha introducido una serie de cambios, también merecedores de la oposición de los miembros privados de la junta (representantes de la patronal CEOE y de las cámaras de comercio). No obstante, la propuesta prosperó por la mayoría que tienen los representantes de los ministerios.Según Francisco Solana Villamor, vicepresidente de la junta, el informe de ésta tiene carácter preceptivo y no vinculante, lo que quiere decir que el Gobierno puede desatenderlo. Pero otros medios de la Administración y de los sectores exportadores, algunos de los cuales siguen enviando cartas de oposición a las autoridades económicas, dan por seguro que las nuevas normas serán aprobadas tal y como han sido informadas, para entrar en vigor a partir del próximo mes de julio.

En lugar de recortes selectivos de varios puntos en los tipos de desgravación aplicables a una docena de sectores (siderurgia, textil, libros, papel y cartón, vinos, maquinaria, automóviles, conservas, cementos, productos agrícolas, plásticos y corcho, calzado), ahora se pretende reducir el 15% en todos. Así, sólo las exportaciones que disfrutan de desgravaciones superiores al 10% (lo que, de todas formas, ocurre en la mayoría de los citados sectores) sufrirán rebajas mayores a 1,5 puntos.

Beneficios en la exportación

Paralelamente aumentará la base sobre la que se aplicaban los tipos de desgravación en los sectores de siderurgia, textiles y Ebros para determinar las cantidades a devolver por Hacienda. En vez del régimen especial (valor de cesión de las mercancías multiplicado por unos coeficientes correctores) se regirán por el general (valor de cesión más derechos arancelarios).Fuentes de la Administración justifican estos cambios en que la lucha contra el déficit público requiere esfuerzos de todos, en especial de los más favorecidos por la coyuntura. Comentan que mientras, las empresas volcadas en el mercado interior tienen que aplicar precios más bajos, las exportadoras han disfrutado en lo que va de año subidas de precios del 16%, cuando el aumento de los costes salariales unitarios habrá sido del 5% (8% de subida salarial menos tres puntos por crecimiento de la productividad).

Para medíos exportadores, sin embargo, la medida tiene una finalidad eminentemente recaudatoría y se ha fijado injustificadamente en las exportaciones porque van bien, comportamiento que consideran coyuntural, pues algunas de sus causas han empezado a cambiar, como ocurre con el tipo de cambio de la peseta frente a monedas distintas al dólar. Aunque la CEOE y las cámaras de comercio siguen en contra, comparten con la Administración que quizá las medidas no selectivas sean más fáciles de instrumentar y puedan evitar guerras entre sectores.