_
_
_
_
Entrevista:

Simon Sejas: "Soy una muralla frente al golpismo"

Antonio Caño

El general Simón Sejas, de 53 años de edad, ocupa el puesto de mayor responsabilidad en el escalafón militar de Bolivia, el de comandante general del Ejército. Es amigo personal del presidente Siles Zuazo, con quien compartió algunos años de exilio. Hombre agradable, de buenos modales, trabajador infatigable por la modernización y profesionalización de las fuerzas armadas bolivianas, colaborador del general progresista Juan José Torres, está sometido a una fuerte presión por parte de otros mandos del ejército, en el que tiene más enemigos de los que él reconoce.

Pregunta. ¿Se encuentran unidas las fuerzas armadas bolivianas?

Respuesta. No puedo decir en este momento que hemos conseguido la unidad al cien por cien, pero sí puedo asegurar que existe un consenso mayoritario de que las fuerzas armadas, y el ejército en particular, deben actuar como un solo organismo bajo los mandos naturales. En mis visitas a las diferentes regiones militares los mandos me han expresado su total adhesión, su total respeto, pero todavía existen casos de camaradas dados de baja que se aproximan a los camaradas del servicio activo para decirles que la situación política del país ha llegado a un estado máximo de caos y anarquía y que las fuerzas armadas tienen que intervenir, y eso influye en esta unidad.

Más información
Bolivia, en la hora del desencanto

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Qué impresión tiene usted de la situación política en que vive el país?

R. Nosotros vemos con mucha preocupación, sin duda, lo que está ocurriendo en el país. Hemos lanzado un documento haciendo ver nuestra preocupación. En él mostramos nuestro respaldo y subordinación a las misiones que nos señala la Constitución política; llamamos a todos los dirigentes políticos, económicos y sociales a que a través del diálogo, con generosidad, lleguen a soluciones satisfactorias. Además, advertimos que las fuerzas armadas, cumpliendo lo que señala la Constitución, no han de permitir que grupos minoritarios y extremistas quieran sumir al país en el caos y en la anarquía.

P. ¿Cuál es el ambiente entre los comandantes de las unidades?

R. Casi puedo decirle que la totalidad de los comandantes de las grandes unidades no se van a prestar a aventuras. Es posible que algún oficial subalterno sea receptivo a estos cantos de sirena, pero de mis comandantes de grandes y pequeñas unidades tengo la certeza de que ninguno se ha de salir de los marcos que regulan nuestra actividad.

P. ¿Cree que alguno de los elementos aislados puede intentar alguna acción individual?

R. Le puedo asegurar que no lo harán, porque ellos saben que estamos analizando las relaciones de los oficiales dados de baja con algunos del servicio activo y hemos dicho que en el momento dado vamos a actuar con firmeza, porque no vamos a consentir que un grupo minoritario que ha perdido sus privilegios, que se sirvió de la institución para satisfacer sus ambiciones personales, nuevamente quiera llevar a la institución a una aventura. Si algún camarada ambicioso, que existe, quiere salir, va a llevar a la institución quizá a su desaparición, poniendo en ríesgo, incluso la soberanía del país, y el mando actual no ha de permitirlo. En ese caso tengan la certeza de que voy a estar enfrente.

P. Usted personalmente, ¿se opondría a cualquier intento golpista?

R. Ellos saben que soy una muralla contra el golpismo. Aquí los ambiciosos no pasarán. Y si llega

Simón Sejas: "Soy una muralla frente al golpismo"

el caso de algún camarada que quiere satisfacer su ambiciones personales, me encontrará a mí y a muchos en su camino.

P. ¿Qué recuerdo tienen las fuerzas armadas de su etapa en el Gobierno?

R. Los camaradas que están ahora en posiciones de mando en las grandes y pequeñas unidades tienen amargas experiencias.

P. A usted se le relaciona con posiciones políticas e ideológicas de izquierda. ¿Corresponde esto a la realidad?

R. Eso forma parte de la panfletería de mis detractores. Fui jefe de la casa militar del general Torres, y ahí empieza la leyenda. Evidentemente, una de las cosas que uno aprende es la lealtad, y en esas condiciones salí al exilio (cuando el Gobierno de Torres fue derrocado por el general Hugo Banzer), pero nunca he estado en Cuba, tampoco en Estados Unidos. No se me puede relacionar con la izquierda. Simplemente tengo sensibilidad social.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_