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Pastora había anunciado la ruptura con la rama política de ARDE minutos antes de la explosión, que causó 8 muertos y 28 heridos

Ocho personas murieron, entre ellas dos periodistas, y cerca de 28 personas más resultaron heridas, entre ellos el comandante Edén Pastora, tras una explosión ocurrida el miércoles durante una conferencia de prensa que el jefe guerrillero ofrecía en territorio nicaragüense para anunciar su ruptura con la rama política de ARDE (Alianza Revolucionaria Democrática) que dirige Alfonso Robelo. El atentado ocurrió en un caserío llamado La Penca, a un kilómetro escaso de la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, pero en territorio de este último país.

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Linda Frazier, reportera del diario Tico Times, que se edita en lengua inglesa en la capital costarricense, y Jorge Quirós, cámara, eran dos de las cinco víctimas mortales reconocidas por las autoridades de Costa Rica.Según la dirección de ARDE en San José, 25 periodistas se habían trasladado hasta el lugar de la conferencia de prensa desde la capital costarricense, después de cuatro horas de viaje en coche y dos horas más en barca a través del río San Juan limítrofe entre los dos países. Gilberto López, director de la agencia France Presse en Centroamérica, ha relatado que un Edén Pastora sin barba y con el pelo corto empezó la conferencia diciendo que no aceptaría la unión con el FDN (Fuerza Democrática Nicaragüense) hasta tanto sigan figurando entre sus dirigentes antiguos guardias somocistas.

Su aliado de estos últimos dos años, Alfonso Robelo, es partidario decidido de esta unión, igual que los dirigentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) que financian al FDN. "Continuaré luchando contra el régimen de Managua", siguió diciendo Pastora, "aunque sea solo".

La reunión se desarrollaba en el interior de un rústico palafito (vivienda lacustre) de madera, levantado a orillas del río. No habían pasado más de 15 minutos cuando explotó la bomba. Ni siquiera los periodistas presentes se han puesto de acuerdo sobre si el estallido procedía de alguna grabadora instalada sobre la mesa en la que se apoyaba Pastora.

Gilberto López relata que estaba separado apenas un metro del jefe guerrillero. "De pronto sentí que se hundía el suelo y tenía llamas en las manos y en la cara. Pastora había desaparecido de mi vista y por todas partes se escuchaban gritos de pánico".

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En la planta baja de la casa pudo entrever apenas los cuerpos de tres periodistas, que parecían estar muy graves. La confusión era tremenda. No había luz y a los pocos minutos la oscuridad se hizo total con la caída de la noche. Por radio se avisó de la tragedia a San José. La evacuación, a lo largo de una zona pantanosa de 25 kilómetros, tuvo que realizarse entre un gran desorden.

Una emisora costarricense difundió a primera hora de ayer que Edén Pastora tiene fracturas en ambas piernas y quemaduras graves en cara y brazos. Su vida no corre peligro. Según esta versión, el ex comandante Cero habría acusado del atentado "a Managua y México". Esta segunda inculpación resulta cuando menos sorprendente. También resultó gravemente herido uno de sus principales lugartenientes, Tito Chamorro.

La emisora costarricense Radio Monumental difundió a primeras horas de ayer una entrevista telefónica realizada con el presidente Luis Alberto Monge, que se encuentra en visita oficial en Madrid. El mandatario costarricense manifestó que Edén Pastora está combatiendo con las armas al Gobierno de Nicaragua y que por tanto debe ser detenido como prisionero, "aunque no se le negarán los servicios médicos necesarios". Su vicepresidente, Alberto Fait, que ejerce interinamente la máxima autoridad de la República, corrigió a Monge poco después, diciendo que se habían "malinterpretado sus palabras" y que no se tomaría ninguna medida legal contra Pastora.

Las pistas del crimen

La autoría de los hechos aparece envuelta en una nebulosa. Es evidente que la bomba iba dirigida contra Pastora y que de su muerte se beneficiarían no sólo el régimen de Managua sino también sus antiguos aliados de ARDE, el FDN, e incluso la propia CIA, que no regatea medios para desestabilizar al Gobierno sandinista.El atentado se produjo horas después de que los máximos dirigentes de ARDE se cruzasen una serie de advertencias mutuas a causa del rechazo, por parte de Pastora, de la unión con las guerrillas que luchan al norte de Nicaragua, desde territorio hondureño.

Los observadores ven en esta disputa la larga mano de la CIA, que desde finales del año pasado empezó a enviar abundantes pertrechos de guerra a Pastora en el convencimiento de que el proceso de unidad con el FDN era irreversible. El precio de estos suministros era la alianza militar con los combatientes del norte, que Pastor siempre ha condicionado a la depuración de sus principales jefes, vinculados a la guardia somocista.

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