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Los países industriales estudian nuevas vías para evitar un colapso en el pago de la deuda exterior del Tercer Mundo

La asamblea anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, (OCDE) terminó en la noche del viernes, en París, sin un acuerdo de los 24 ministros de Exteriores, Economía y Finanzas asistentes para desmantelar el masivo uso de los llamados créditos mixtos a la exportación, que enturbian el comercio libre entre las naciones industriales y los países en desarrollo. Ayer, el denominado grupo de los diez países más desarrollados del mundo inició negociaciones en Roma para buscar nuevas vías de solución a la crisis de pago de las naciones deudoras del Tercer Mundo. Sus propuestas serán presentadas a la cumbre de las siete naciones más industrializadas de Occidente, los próximos días 7 y 8 de junio en Londres.

Pese a la falta de acuerdo en el tema concreto de los denominados créditos mixtos, el comunicado final de la OCDE resalta el compromiso alcanzado para adoptar una serie de medidas que permitirán adelantar, en un año, el desarme arancelario previsto para 1986 entre las naciones firmantes del Acuerdo General sobre Tarifas y Aranceles (GATT). El comunicado fija como límite 1986 para completar la nueva ronda prevista. de negociaciones.El comunicado final de la OCDE, hecho público a última hora del viernes en París, hace un llamamiento a los 24 países miembros para que las naciones industriales levanten "todas las medidas restrictivas al comercio procedente del mundo en desarrollo", de forma que se apuntale así la recuperación en curso de la economía mundial.

El optimismo ha sido la nota general de la reunión anual de la OCDE celebrada el jueves y el viernes en París con asistencia, por parte española, del ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, y el de Asuntos Exteriores, Fernando Morán. La economía occidental, según las notas -del secretario general de la OCDE, se encuentra en fase de expansión, con un crecimiento esperado para este año del 4%, frente al 2,5% de 1983.

Los aspectos más preocupantes del encuentro de París, además del comercial, han sido la situación de endeudamiento de las naciones en el Tercer Mundo, especialmente en América Latina.

Intercambios comerciales

Según un estudio del Banco Mundial, las naciones más pobres del mundo contribuyeron el pasado año a la recuperación económica de las naciones industrializadas con una transferencia neta de recursos de más de 10.000 millones de dólares.Uno de los puntos más polémicos de la reunión, que culminó sin un acuerdo, fue la cuestión planteada por norteamericanos y británicos en relación al uso indiscriminado de los denominados créditos mixtos, que utilizan algunos países europeos como mecanismo alternativo a los créditos a la exportación. Los créditos mixtos son una mezcla de créditos a la exportación y préstamos a interés cero por parte de las naciones industriales en sus ventas al Tercer Mundo.

Estados Unidos argumentaba que este tipo de créditos enrarece el comercio y representan una subvención encubierta de las exportaciones. España es partidaria de su eliminación, porque sólo favorecen a las potencias que los utilizan, como Francia, Italia y Japón. Estados Unidos, el Reino Unido y la República Federal de Alemania eran partidarios de su control, o, como mecanismo alternativo, del incremento del porcentaje de la liberalidad que llevan implícitos. La fuerte oposición de Francia impidió un acuerdo.

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