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Aspectos de una controversia

La Junta de Andalucía explica las razones por las que suspendió el simposio sobre el 'hombre de Orce'

Los descubridores del fósil prehistórico hallado en Orce, y al que se atribuyó en principio origen humano, intentaron reducir la dimensión del simposio que organizaba la Junta de Andalucía para finales de este mes, a fin de presentar el hallazgo a la comunidad científica internacional. A la vista de la decisión de la Junta de mantener el carácter del simposio, "confesaron haber encontrado en el endocráneo, una vez limpio, motivos serios para dudar si se trataba del fósil de un homínido o de un équido". Estas afirmaciones fueron realizadas a este periódico por el organizador del simposio, Antonio Collantes, y el coordinador científicio, Enrique Vallespí, y confirmadas por el director de Patrimonio de la Junta, Bartolomé Ruiz.La organización del simposio fue encargada al departamento de Historia del Instituto de Cultura Andaluza, cuyo coordinador es Antonio Collantes, especialista en historia medieval. "Como yo no soy ningún experto en paleontología, ni había ninguno en el departamento, recurrimos a Enrique Vallespí, que consideramos como el mayor experto andaluz en la materia. A él fue a quien confiamos la designación de las personas que debían ser invitadas".

Los primeros pasos se dieron, explican Antonio Collantes y Enrique Vallespí, de acuerdo con el equipo descubridor, al que se le concedía la primera sesión del simposio para explicar el descubrimiento mediante las comunicaciones que deseara, más la posibilidad de invitar a los especialistas que escogieran. "Con ellos y con los que yo designé", explica Enrique Vallespí, "se confeccionó un programa, al que en principio ellos no opusieron objeciones". El programa constaba de cuatro sesiones: Presentación del hallazgo, Comunicaciones de geología y paleontología, Comunicaciones de arqueología y Perspectivas de síntesis. Se desarrollarían estas cuatro sesiones la mañana y la tarde de los días 28 y 30, y el 29 se haría una visita al yacimiento, dirigida por el propio equipo excavador.

Simposio abierto

"Los problemas surgieron", explica Vallespí, "cuando, a la vista de los invitados extranjeros que ellos traían, les pidieron que presentaran comunicaciones. Entonces yo pensé que los invitados nuestros debían hacer también sus comunicaciones, a lo que el equipo descubridor se opuso. Especialmente parecían rechazar las comunicaciones de la gente de la llamada escuela de Madrid, de los equipos de Manuel Hoyos y Ruiz Bustos. A estos dos grupos decidí invitarlos porque representan la otra gran escuela que hay én Espafía y porque tienen permiso de la Junta de Andalucía para excavar en el yacimiento Cúllar-Baza 1, en esa misma zona".La situación parecía enquistada hasta un encuentro en el restaurante sevillano Arcano, celebrado la semana posterior a Semana Santa, entre los propios Collantes y Vallespí e Isidro Toro, miembro del equipo excavador, arqueólogo de la Universidad de Granada e incorporado al equipo de Gibert a partir de la aparición del célebre fósil. Bartolomé Ruiz, director de Patrimonio de la Junta, que comía en la mesa de al lado con unos familiares, se sumó a la otra reunión, a la hora del café, y zanjó que la Junta sólo podía respaldar el simposio si era abierto; respaldó políticamente los criterios de Vallespí y comunicó a Isidro Toro.que, en caso contrario, no se haría el simposio. Las buenas relaciones entre Toro y Ruiz, también arqueólogo, y que fue el hombre que, tras ponerse muy serio con el aparato burocráticóde la Junta, consiguió que se entregara, aunque con retraso, el medio millón prometido por la Administración autónoma para el apoyo a la campaña de excavaciones del año pasado, pareció limar las diferencias.

"Pero", informa Antonio Collantes, "el martes de la semana pasada me avisaron para que fuera a la consejería, al despacho de Bartolomé Ruiz. Allí me encontré a Isidro Toro y a otro hombre del equipo investigador, Pascual Rivas. Había gestos de preocupación. Josep Gibert estaba en algún otro despacho. Finalmente, llegó al de Bartolomé Ruiz, y allí fue cuando nos comunicaron que el limpiado del endocráneo les había hecho albergar dudas de que pudiera tratarse de un équido joven, y solicitaron que se aplazara el simposio. Yo dije que mi postura era que convenía más mantenerlo y que precisamente si existían dudas el simposio podría valer para abrir una especie de debate fructífero que aclarara la cuestión. Además, por lo que ellos dijeron y por lo que confirman muchas fuentes, se da por segura la presencia del hombre con esa antigüedad allí, por lo que yo veía suficientemente justificado el simposio, pero ellos se negaron en rotundo. Poco a poco fueron dejando en nosotros una impresión más pesimista sobre el origen humano del fósil, y finalmente. Bartolorné Ruiz decidió adoptar la decisión de dejar el coloquio en suspenso".

Vallespí ha sido acusado por miembros del equipo investigador de estar alineado con la escuela de Madrid y de haber pretendido hacer reventar el simposio con el encargo de ponencias a dos equipos de dicha escuela. Lo niega rotundamente: "Yo no tengo relación con la escuela de Madrid. Conozco sólo a uno de sus miembros, con el que coincidí de pasada. No había ninguna otra intención al ofrecerles que acudieran a hacer del simposio algo lo más abierto posible.Y, de hecho, yo creo que ellos no estaban tan en contra al principio, hasta que limpiaron el endocráneo y se encontraron con la desagradable sorpresa de la cresta. Me acusan de ir contra ellos cuando yo había introducido en el capítulo primero de los Cuadernos de Trabajo de Historia de Andalucía el hombre de Orce. Incluso hice rescatar las pruebas de imprenta, que ya estaban hechas, para introducir este dato. Ahora habrá que volver a rescatarlas para retirarlo".

"La única discrepancia que he podido tener con el equipo descubridor", continúa Vallespí, "y que no puede justificar que se sientan perseguidos por mí, la planteé cuando estuve en el yacimiento y vi que la forma en que se excavaba no es la más adecuada. El fósil salió de un bloque de tierra arrancado y transportado a Sabadell, porque ése era el sistema que seguía el equipo de Gibert. A raíz de que apareció, el aspecto arqueológico de la excavación está a cargo de Isidro Toro, y se lleva de otra manera. Se van sacando las cosas sobre el terreno y así queda constancia clara de en qué estrato sale cada cosa".

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