La operación reformista

Después de las últimas elecciones al Parlament, los propósitos y proyectos de Convergéncia interesan más que puedan interesar los propósitos y proyectos de un simple partido. La razón esmuy sencilla. La coalición de Convergéncia con Unió obtuvo un número de votos que se acerca al 11.400.000 y que le valió la mayoría absoluta.La acción programática de Convergéncia, elemento fundamental de la coalición, es, pues, ahora sustancialmente acción de Gobierno, puesto que como dijo Jordi Pujol en el Consejo Nacional celebrado el pasado fin de semana- "ahora más que nunca hemos de cumplir nuestro programa".

El secretario general de Convergéncia y presidente en funciones de la Generalitat se mostró justamente orgulloso no sólo del número de votos obtenido, sino también de la variedad de sectores que, de acuerdo con los estudios electorales, participan en esa nutridísima votación y, por tanto, deben ver en el partido una defensa para sus intereses y un eco atento a sus problemas, como es propio de un partido interclasista que recibe votos por una gran variedad de razones. Observó a este propósito Jordi Pujol que las eleccíones habían demostrado que la juventud, la mujer, los sectores obreros y la población marginada no son ya patrimonio de la izquierda.

En realidad, la tendencia del elector a dar a alguien las posibilidades efectivas de gobernar en algún ámbito tiende a facilitar la obtención de una mayoría absoluta, contra lo que se pensaría en principio, que ha de ocurrir en un sistema proporcional, aún corregido con la ley d'Hont. Pero es así. Y para obtener la mayoría absoluta, un partido ha de convencer al electorado de que en él puede cobijarse una gran variedad de personas, intereses y aspiraciones: llámese o no interclasista el partido, lo cierto es que sólo si saca votos de muy diversos sectores podrá gobernar por sí mismo.

El gran paso dado por Convergéncia en los últimos comicios y el papel que en el triunfo tuvo Miquel Roca como coordinador de la campaña despejan el camino para lo que se ha llamado operación reformista. En el Consell Nacional de Convergéncia se acordó dedicar a la cuestión una reunión monográfica. El mismo Jordi Pujol, al responder a una pregunta formulada, declaró ya que Convergéncia debe ser- capaz de impulsar un partido que sea su interlocutor en toda España. La operación tiene una gran envergadura, pues no se reduce a poder tratar con ese partido de las cuestiones que interesan a Cataluña, sino de llevar a todos los pueblos de España un mensaje de signo positivo sobre las posibilidades, viabilidad y horizontes de una autonomización general en España. Se trata de levantar, con apoyos diversos y corrientes de varia procedencia, una plataforma política de afirmación y confianza en el proceso autonómico. ( ... )

15 de mayo