Ojeda y Esplá, dos toreros en competencia que no se van a encontrar en toda la feria

Empieza la Feria de San Isidro. Esta tarde, a las siete, sonará el clarín de Las Ventas para dar comienzo a la corrida inaugural del abono, que es el más importante y el más largo de todo el planeta taurino. Los resultados de la feria de 1983 gravitarán sobre el ánimo de los aficionados, quienes recuerdan la polémica que se produjo en aquella edición en torno a Luis Francisco Esplá y Paco Ojeda. Sin embargo, ambos diestros no se encontrarán a lo largo del ciclo.

Ojeda obtuvo más trofeos que Esplá en la feria de 1983, pero, para la mayoría de los aficionados, fue Esplá el triunfador o, en su defecto, Yiyo. Esta confrontación de méritos y calidades se pudo comprobar en los jurados que habían de designar al triunfador de la Feria de San Isidro. Para unos fue Ojeda; para otros, Esplá (también los hubo que votaron a Yiyo, aunque este joven matador no entraba en competencia), y en todos hubo largas discusiones acerca de los méritos de ambos diestros. La pasión que suscitaban las actuaciones de estos toreros llegó a tal extremo que en una de las corridas, mientras Ojeda salía a hombros por la puerta grande, a quien el público aclamaba con gritos de "¡Torero!" era a Esplá, que lo hacía a pie y por la puerta de cuadrillas.Un mano a mano Ojeda-Esplá, o la presencia de los dos espadas en el mismo cartel, o una tema compuesta por Esplá, Ojeda y Yiyo parecían combinaciones obligadas en la feria que hoy empieza, pero la empresa ha preferido con tratarlos por separado, con lo cual resta un importante aliciente al abono. En recientes declaraciones, Esplá dijo que Ojeda le rehúye.

En realidad, la ausencia de carteles con interés específico en base a la competencia de toreros es pauta de toda la feria. El empresario Manuel Chopera ha estructurado unas combinaciones inspiradas, principalmente en el equilibrio, de suerte que no hay ningún cartel de los que llaman rematado o especialmente fuerte.

El resultado inducido de esta estrategia es que la Feria de San Isidro no da una idea engañosa o equívoca del estado actual de la fiesta de los toros. Al eliminar los señuelos rutilantes de un cartel concreto y hacer uniforme el abono se produce un determinado nivel de calidad que es exactamente el que ofrece el actual plantel de toreros. Con excepción de Paquirri, única figura que falta en la feria, y algún otro torero, ya de segunda fila, pero que hubiera sido interesante ver, el empresario ha ofrecido "lo que hay".

Como ocurrió en las últimas temporadas, Antoñete es el maestro entrañable que quiere y respeta la afición de Madrid y, por tanto, la figura indiscutible del abono. La inclusión fuera del mismo de Curro Romero, pero prácticamente dentro de la feria, suscita discusiones, aunque la expectación por ver a este torero ha aumentado considerablemente después del excelente toreo que interpretó recientemente en Sevilla.

Yiyo salió con vitola de figura de la isidrada de 1983, en la que no había sido anunciado, y aprovechó las tres sustituciones que le dieron para obtener grandes éxitos. Es importante, en consecuencia, su presencia en el actual abono. José Antonio Campuzano llega con su cartel revalorizado por las orejas que ha cortado en la feria de Sevilla. Curro Vázquez mantiene su categoría de torero artista.

Ruiz Miguel es otro torero predilecto de la afición madrileña, por las importantes actuaciones que ha tenido durante muchos años en Las Ventas. A otro nivel, Julio Robles ha cuajado asimismo faenas de categoría en este ruedo. En cuanto a novilleros, Lucio Sandín, que recientemente toreó muy bien en Madrid, centra también el interés de los aficionados. La mayoría de los restantes toreros es relleno.

Flojea aún más la feria en el capítulo de ganaderías. Están los Victorino, máxima atracción, como siempre, y otros hierros de casta, como los Guardiola, o con historia, cual es el caso de Pablo Romero, si bien este ganado lleva acusando durante los últimos años un acentuado bajón de casta. El resto, con altibajos -cuyos límites estarían entre los Torrestrella y la corrida de Juan Mari Pérez Tabernero-, no llevaría por sí solo público a la plaza, y hay algunos nombres, llamados comerciales, que los aficionados no quisieran ver en Las Ventas.

Pocas novedades

La presente Feria de San Isidro ofrece pocas novedades en relación con la de 1983. Justo Benítez Roberto Domínguez, Juan Antonio Esplá, Rafael de Paula y Curro Romero son los toreros nuevos este año, si bien Domínguez había sido anunciado en la feria de 1983 y no pudo actuar porque sufrió un accidente. También son nuevos los novilleros Manuel Cascales, Michel Lagravere, Paco Machado, Julián Maestro y Paco Mena. Torearon en 1983 y no lo harán en 1984 Jorge Gutiérrez, Nimeño II, Luis Reina y Manolo Vázquez (este último, ya retirado), más los novilleros Antonio Camarena, El Boni, Pascual Gómez Jaén, Romero Flores y Vicente Yesteras, y el rejoneador Luis Miguel Arranz.Once diestros torean tres tardes en la actual feria, mientras que ocho matadores, un novillero y un rejoneador lo harán dos, y los 23 toreros restantes lo harán una.

Torean tres tardes Antoñete, José Antonio y Tomás Campuzano, Luis Francisco Esplá, Dámaso González, José Mari Manzanares, Niño de la Capea, Julio Robles, Ruiz Miguel, Curro Vázquez y Yiyo.

Torean dos tardes Curro Durán, El Soro, Espartaco, Víctor Mendes, Emilio Muñoz, Paco Ojeda, Rafael de Paula y Ángel Teruel, más el novillero Lucio Sandín y el rejoneador Manuel Vidrié.