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El paciente al que se trasplantó el corazón tomó ayer alimentación oral

Juan Alarcón Torres, a quien el pasado miércoles le fue trasplantado el corazón, empezó ayer a tomar alimentación por vía oral e inició los primeros ejercicios de motricidad. El paciente al que se le retiraron el drenaje y las sondas, mostró a los médicos su satisfacción por su estado.El parte facilitado por la unidad de cirugía del hospital de Sant Pau de Barcelona era explícito al señalar que el enfermo "sigue un curso posoperatorio satisfactorio, sin que hasta las once horas se hayan presentado complicaciones al rechazo del injerto".

"No esperamos que se presente ningún síntoma de rechazo hasta dentro de 8 o 10 días, después de que le dejemos de administrar drogas inmunodepresoras; la mayoría de enfermos suele presentar una crisis de rechazo que se puede su perar", explicó el doctor Josep María Caralps, quien, junto con Josep Oriol Bonnín, fue el responsable de la realización del trasplante. Juan Alarcón pasará tres meses en régimen hospitalario, según los médicos que le atienden, y después podrá hacer una vida enteramente normal.

Los médicos catalanes señalaron que se ha creado en el hospital un comité de selección para elegir en el futuro a los pacientes que sean susceptibles de recibir un trasplante de corazón. En la actualidad hay dos enfermos en lista de espera. Sólo en Cataluña hay entre 50 y 60 personas que, de no recibir un corazón, están condenados a morir a causa de su dolencia cardiaca. En toda España este número se eleva a unas 300 o 350 personas.

El trasplante y su seguimiento ha costado al hospital de Sant Pau alrededor de 1.500.000 pesetas, según informó la dirección del centro. Este coste equivale al doble del de cualquier intervención coronaria de las que se realizan a diario en el centro, y que suelen costar 750.000 pesetas. El gerente del hospital, Emiliano Astudillo, fue contundente al afirmar que "no vamos a hacer consideraciones económicas en este tema, ya que el programa cuenta con nuestro más decidido apoyo". En cualquier caso, señaló que están en contacto con el Instituto Catalán de la Salud y con fundaciones privadas, con el fin de dotar económicamente el programa en el futuro.

En total fueron 18 personas las que participaron directamente en la operación del pasado miércoles, 12 de las cuales pertenecen al equipo de cardiología. Fuentes médicas han considerado "técnicamente perfecta" la intervención, que se llevó a cabo en un tiempo récord: una hora y media.

Los cirujanos cardiacos de Sant Pau tuvieron ayer conocimiento, a través del presidente de la Asociación de Enfermos del Riñón (ADER), de que un centenar de internos de la prisión provincial de Tarragona había decidido hacer donación de sus órganos.

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