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LOS REYES DE ESPAÑA, EN LA UNIÓN SOVIÉTICA

La Reina visitó la escuela de 'ballet' del Bolshoi

Pilar Bonet

Ana Dmitrieva, esposa del jefe del Estado soviético, Konstantín Chernenko, y la mujer del ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Andrei Gromiko, acompañaron a la reina Sofía en su visita a la Escuela Coreográfica Académica de Moscú (la escuela de ballet del Bolshoi) ayer por la tarde. Este ha sido el único acto destinado específicamente a la reina Sofía en todo el programa de la visita real a la URSS.La institución, que ha formado bailarines como Maya Plisetskaya, o Igor Moiseyev, ofeció a la Reina un espectáculo de ballet clásico de aproximadamente una hora, don de los alumnos ejecutaron, entre otras piezas, obras de Chaikovski y Lovenskiold, un baile popular ucranio y una jota aragonesa.

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En el foro -de madera clara, tapizados verde almendra y capacidad para unas 500 personas- la Reina se sentó entre la directora de la escuela, Sofía Golovkina, a su izquierda, y la esposa de Chernenko, a su derecha. Por medio de la intérprete, situada en la fila de atrás, y a menudo sin ella, la Reina y Ana Dmitrieva sostuvieron una animada conversación entre pieza y pieza, a la cual se sumaba a veces la señora de Gromiko, Lidia, sentada, a su vez, a la derecha de Ana Dmitrieva.

La Reina sonreía, asentía con la cabeza, bromeaba y aplaudía a los bailarines de una forma muy distendida y con un gran dominio de la situación. Doña Sofía iba vestida de azul marino y blanco. La señora de Chernenko, una dama entrada en años, de cabello plateado y más bien gruesa, llevaba un conjunto de falda y chaleco de terciopelo negro, calzado del mismo color, y una blusa rosa asalmonada con escote rematado por un lazo.

Ana Dmitrieva se cogió espontáneamente del brazo de la Reina para subir las escaleras del escenario, y así permaneció durante un rato, cuando el espectáculo concluyó y la comitiva acudió a saludar a los bailarines.

A todas las preguntas, que le fueron formuladas en ruso, la esposa del máximo líder soviético contestó con una sonrisa, pero ninguna palabra.

La escuela de ballet ofreció a la Reina un traje de baile de tul, a elegir entre tres colores: rosa, verde o blanco. Entre las preguntas que la Reina formuló a los responsables de la institución, figuraban cuántos alumnos tiene la escuela en la actualidad y cómo acuden a ella. "En autobuses y trolebuses", fue la respuesta.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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