El mercado soviético, el más dinámico del comercio español en 1983

Con gran diferencia respecto a otros países, la URSS ha sido en 1983 el mercado exterior más dinámico de España, cuyas exportaciones en pesetas a ese país se han incrementado en un 98,3%, según datos de la aduana española. El fenómeno, aunque el volumen global de comercio es todavía bajo, se repetirá este año, en opinión de fuentes económicas españolas en Moscú, si se cumplen las perspectivas de desarrollo existentes en este comercio, con poca tradición, donde los representantes ibéricos tienen que luchar bastante por hacerse un sitio junto a otros competidores con mayor implantación, como son los de la República Federal de Alemania, Finlandia o Italia.En el pasado ejercicio las exportaciones españolas a la URSS subieron a 344,5 millones de dólares, lo que en esta moneda supuso un aumento del 52,9% en relación al año anterior. Las compras españolas a la Unión Soviética, a su vez, pasaron de 487,2 millones de dólares en 1982 a. 494,2 millones en 1983, con un incremento del 1,4%. El déficit desfavorable a España disminuyó de 268,5 millones de dólares en 1982 a 159,7 millones de dólares en 1983.

Las principales partidas de la exportación española fueron los productos siderúrgicos, en lugar muy destacado (121,6 millones de dólares), seguidos de los aceites vegetales y las frutas y verduras. El petróleo constituyó el grueso de las ventas soviéticas, con una facturación de 415,9 millones de dólares.

El nuevo acuerdo de cooperación económica bilateral firmado en Madrid el pasado febrero, en sustitución del acuerdo comercial de 1972, abre un nuevo marco para las relaciones entre los dos países y señala sectores concretos de cooperación para los próximos 10 años; entre ellos, los mejores augurios son para la siderurgia, la industria química y petroquímica y la construcción naval, según expertos económicos españoles en la capital soviética. En exportaciones siderúrgicas se puede llegar este año a los 200 millones de dólares de facturación. En construcción naval, España puede desempeñar un importante papel en la reparación y reconversión de buques de la amplia flota pesquera y comercial soviética, si se gestionasen los instrumentos para ello.

Potenciación

En opinión de diversas fuentes consultadas, una potenciación intensa del comercio con la Unión Soviética (país que ocupa actualmente el puesto número 13 entre los compradores de España) requiere un serio planteamiento de la Administración española en su política económica a largo plazo con los países del Este. "En la URSS más que en otros países, es necesario el apoyo de la Administración y los acuerdos globales", señalaba un hombre de negocios español en Moscú. En opinión de una fuente económica española, una decisión política que Madrid podría evaluar sería el aumentar la cuota de compras de petróleo soviético a costa de otro proveedor, que abriría la puerta a nuevas compras soviéticas. Para otra fuente, sin embargo, esto no sería conveniente, porque el petróleo no ofrece ventajas especiales en relación a otros mercados y además aumentaría la dependencia energética de la URSS.

Entre los proyectos en perspectiva o en marcha destacan las ventas de containers de la empresa Intaimar, con sede en Zaragoza. Intaimar vendió a la URSS por valor de 20 millones de dólares en 1983 y puede repetir esta cifra este año y en años sucesivos, en función de las necesidades de almacenamiento y transportes derivadas del plan soviético para la mejora del aprovisionamiento de bienes de consumo.

Otro proyecto es la construcción de dos buques para el transporte de ácido superfósfórico, por valor de 30 millones de dólares, encargada a los astilleros Ruiz de Velasco, en Bilbao. A partir de este año, además, comienzan las entregas de ácido superfosfórico español a la URSS, en virtud del contrato firmado entre Explosivos Río Tinto y la empresa soviética Soyuzkhinmeksport.

En el ámbito de la cooperación en terceros países, Dragados y Construcciones y la empresa soviética Neftekhimpromexport proyectan la construcción de una terminal de descarga de crudos en el puerto de Matanzas (Cuba). Si las perspectivas de una buena cosecha en España se confirman, podrán aumentarse este año las ventas de cereales, que en 1983 fueron de 24,5 millones de dólares.

En el sector de frutas y verduras, sin embargo, las exportaciones de cítricos flojearon el año pasado. Sólo se vendieron limones, y hubo un descenso respecto a años anteriores. La URSS, por lo visto, prefirió comprar naranjas a Marruecos, Egipto y Grecia, este último país especialmente mimado desde Moscú.

Al desarrollo de las relaciones económico-comerciales colaboran las empresas, mixtas, cuya decana es Sovhispan, fundada en 1971 para el aprovisionamiento de la flota pesquera de la Unión Soviética en las islas Canarias. A través de Sovhispan han actuado varias empresas siderúrgicas que han firmado diversos contratos con la URSS en los últimos tiempos. Otras empresas mixtas son Soquimex, Maderas Rusas e Intramar. En Moscú están representados el Banco Exterior de España y el Banco Hispanoamericano, y está programada la apertura de una delegación del Banco Central.

Pese a las buenas perspectivas, los expertos advierten contra un exceso de optimismo, ya que el mercado de los países socialistas, en general, requiere una paciencia y tesón que a menudo choca con las expectativas de negocios rápidos.