Washington considera como definitiva la medida soviética

La decisión soviética de no participar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles "parece definitiva", declaró el portavoz del departamento de Estado del Gobierno norteamericano, John Hughes."La renuncia soviética parece ser definitivas y esta cuestión no ha sido objeto de discusiones entre Washington y Moscú en las últimas 24 horas", añadió el portavoz, que rechazó que Estados Unidos vaya a hacer nuevas concesiones para que el Gobierno soviético cambie su decisión.

Mientras el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, promotor del boicoteo a los Juegos de Moscú en 1980, calificó la decisión soviética de "injustificada", un grupo anticomunista corroboró las tesis soviéticas cuando denunció la connivencia del Gobierno de EE UU con las asociaciones anticomunistas. Según el grupo anticomunista Ban the soviets, ellos han tenido un protagonismo fundamental en la decisión tomada: "Es un gran día para América, nosotros tenemos una parte de culpa por la decisión tomada". El citado grupo se fijó como objetivo atraer a los atletas de los países del Este para que pidieran asilo en EE UU durante los juegos. Según el grupo, ya habían conectado con 200 atletas de países comunistas.

Kirkpatrick ataca

Estados Unidos, al ser una sociedad libre que reconoce y respeta la libertad de expresión, no puede impedir las manifestaciones antisoviéticas en Los Ángeles, siempre que éstas sean pacíficas, pero "insistimos en que podemos garantizar la seguridad de los atletas en los Juegos Olímpicos", afirmó ayer desde Chicago la embajadora norteamericana en las Naciones Unidas, Jeane Kirkpatrick, en una conferencia de prensa, vía satélite, con informadores de siete capitales americanas y europeas, entre ellas Madrid.

Kirkpatrick lamentó profundamente la decisión de la Unión Soviética de no acudir a los juegos y estimó que las razones aludidas parecen "un poco inventadas" y podrían formar parte de la "nueva posición política intransigente y muy dura" de Moscú. Evocó la posibilidad de que la medida se haya adoptado en revancha por la actitud similar de Washington de hace cuatro años, cuando decidió no acudir a los juegos de Moscú en protesta por la invasión de Afganistán por las tropas soviéticas.

Kirkpatrick reconoció que los Juegos Olímpicos se han politizado mucho en los últimnos tiempos, y recordó al respecto desde los problemas sobre la representación de China, a los planteados por la eventual participación de África del Sur, e incluso el puño en alto de atletas norteamericanos de color, en 1968 en México. "Esta politización", aseguró, "ha aumentado en la última década. El escenario olímpico refleja un mundo progresivamente politizado y los juegos se han visto severamente dañados".