El déficit del Estado superó ya en el mes de abril los 734.330 millones de pesetas

El déficit acumulado por el Estado entre el 1 de enero y el 23 de abril pasados asciende a 734.330 millones de pesetas, lo que supone un aumento del 74,5% sobre las mismas fechas del año anterior y más de la mitad del déficit total previsto para 1984 (1,3 billones). La financiación de esta diferencia entre ingresos y gastos ha suscitado entre bancos y cajas de ahorro el temor a otra subida -del 18% al 20%- en los coeficientes de Caja utilizados por el Banco de España para inmovilizar dinero y contribuir, así a que no aumente la inflación. De momento, la autoridad monetaria ha logrado evitar este recurso.

Pese a que el déficit ha superado en más de 100.000 millones de pesetas las previsiones (formuladas sobre la hipótesis de un primer semestre mucho peor que el segundo), el nivel de ejecución de los 5,5 billones de pesetas de gastos presupuestados para 1984 (el gasto realizado por el Estado hasta ahora) se mantiene todavía bajo (26,5% en operaciones corrientes y 19,6% en las de capital). Otra distorsión es que dicho nivel sigue concentrado en las actividades menos productivas, como las subvenciones al desempleo y a la Seguridad Social, la defensa y diversos gastos corrientes. En las inversiones reales, el grado de ejecución es sólo del 9,1 %, debido a que programas de tanto peso como los de obras públicas y urbanismo sólo han consumido el 8,8%, casi la mitad del porcentaje gastado por estas fechas en 1983, que también se caracterizó por el escaso cumplimiento respecto a ejercicios anteriores.El exceso de los gastos estatales respecto a los ingresos -equivalente ya a más de la mitad del déficit previsto para todo el año y a otro tanto del impuesto sobre la renta y de las retenciones por este concepto esperadas para 1984 ha colocado, al 23 de abril, las necesidades de financiación en 805.000 millones de pesetas. Como paralelamente se mantiene la pujanza de las entradas de dinero desde el exterior (más de 2.000 millones de dólares en los cuatro primeros meses del año, equivalentes a 300.000 millones de pesetas), el Banco de España se quedó a finales de abril prácticamente sin cartera de pagarés del Tesoro para retirar del sistema. Sin embargo, en lugar de retocar los coeficientes de caja, ha preferido comprar más pagarés al Tesoro y recomprar otros a la banca, recomponiendo su cartera mientras bancos y cajas liquidan estos días a Hacienda más de 350.000 millones de pesetas de retenciones e impuestos por cuenta de sus clientes.

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