Fantasmal Castilla

Como castellano-manchego he de manifestar mi más enérgica repulsa por el tratamiento que en el editorial del día 19 de abril se concede a la autonomía de Castilla-La Mancha, a la que se califica de "autonomía fantasma". Aunque es posible que el sentimiento autonómico no se halle muy arraigado entre los habitantes de esta región, no creo que sea muy superior el de los de otras autonomías, y la manera de fomentarlo no es en modo alguno la de ignorar nuestra existencia, como con frecuencia hace EL PAIS, que todavía no se ha hecho eco de una importante crisis en el Gobierno regional castellano-manchego.Aunque es probable que el sentimiento autonómico -al que de manera tan lamentable contribuye EL PAIS en vísperas de nuestra fiesta regional- no sea aún muy fuerte, hay algo de lo que estamos seguros: de que no somos ni murcianos, ni valencianos, ni extremeños, ni andaluces, ni, por supuesto, nada madrileños o centralistas